El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó ayer dos decretos con los que, según dijo, en última instancia pretenden «deshacer el daño hecho por Trump en el ámbito sanitario».
«Hoy voy a firmar dos decretos para –no hay mejor manera de decirlo– deshacer el daño hecho por Trump», comenzó diciendo directamente Biden en la ceremonia de firma de ambos documentos, celebrada en la Casa Blanca y ante la presencia de los medios.
El primer documento establece restaurar los dos principales programas de salud pública –el Medicaid y la Ley de Cuidado de Salud Asequible, más conocido como Obamacare– a su estado original, es decir, antes de la presidencia de Donald Trump.
Medicaid es un programa federal y estatal que ayuda con los costos médicos a algunas personas con ingresos y recursos limitados.
El expresidente republicano siempre se mostró contrario a estos programas y cercenó algunos de los beneficios del primero, al tiempo que intentó, sin éxito, acabar con el segundo, en una larga batalla legal que aún el día de hoy se libra en la Corte Suprema de Estados Unidos.
En cuanto al segundo decreto, su propósito, según el comunicado divulgado por la Casa Blanca, es «proteger a las mujeres tanto en casa como en el extranjero».
El documento es un memorando cuyo objetivo, según explicó Biden, «es revertir el ataque de mi predecesor al acceso a servicios sanitarios para las mujeres».
Durante la administración Trump, en un guiño a su base más conservadora, el Gobierno estadounidense decidió condicionar una serie de ayudas a programas humanitarios para que las organizaciones benefactoras se ajustaran a su política antiaborto. Biden es un católico practicante, pero mantiene como política la libertad de las mujeres a elegir sobre sus cuerpos.