El estado de Texas se interpone en el camino de la presidencia de Joe Biden para lograr «un respiro» para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), que también se traducía en un lapso de paz para los inmigrantes en situación irregular.
El juez federal del distrito de Texas, Drew Tipton, bloqueó este martes la orden del presidente Biden que suspendía todas las deportaciones de inmigrantes por 100 días. El fiscal del mismo estado, Ken Paxton (republicano), había demandado al recién estrenado gobierno federal, acusándolo de que no había nada que justificara la pausa en la remoción de inmigrantes.
Las autoridades del estado se han mantenido por años contrarias a las políticas que favorecen a la comunidad inmigrante.
Este sería, además, el primer gran revés que enfrenta la presidencia de Biden. Aunque la decisión no es todavía definitiva.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) había publicado la semana pasada un documento especificando que las deportaciones serían pausadas por 100 días, que comenzaron a correr a partir del pasado 22 de enero. Ya algunos inmigrantes habían celebrado la noticia, atreviéndose a salir sin temor a ser detenidos.
Tras el fallo del juez Tipton habrá una audiencia más, a celebrarse este viernes, para tomar una decisión final.
El director interino del DHS, David Pekoske, había estipulado que la pausa en remociones daría un respiro a la agencia para redireccionar recursos y reformular todo el sistema de asilo para inmigrantes en Estados Unidos, mismo que el gobierno del expresidente Donald Trump había desbaratado.