Con récords de muertos, hospitales al borde del colapso y una campaña de vacunación a cámara lenta, Brasil vive la fase más mortífera de la pandemia de coronavirus sin una estrategia nacional para contenerla.
El gigante sudamericano registró 1,641 muertos por coronavirus el martes y 1,910 el miércoles, dos récords consecutivos desde el primer caso reportado en febrero de 2020. El total de víctimas de la enfermedad roza los 260,000, un balance superado solo por Estados Unidos, y los 10,7 millones de contagios.
«Por primera vez desde el inicio de la pandemia, se verifica en todo el país un agravamiento simultáneo de diversos indicadores», señaló esta semana la prestigiosa Fundación Fiocruz, del Ministerio de Salud.
Se trata de un «escenario alarmante» con un aumento de casos y muertes, altos niveles de síndromes respiratorios agudos graves (SRAG) y una ocupación de más del 80% de camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) en 19 de los 27 estados brasileños, explicó la institución.
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El presidente Jair Bolsonaro, un escéptico de la pandemia, lamentó las muertes, pero volvió a ironizar este jueves sobre las nuevas medidas de aislamiento social impuestas por varios gobernadores.
«Basta con ese cuento, de estar lamentándose. ¿Hasta cuándo van a estar llorando?», dijo en un acto el mandatario de ultraderecha, que tiene la mirada puesta en las elecciones de 2022.
«¿Hasta cuándo van a estar encerrados en casa, hasta cuándo va a estar todo cerrado? Ya nadie aguanta eso. Lamentamos las muertes, lo repito, pero tiene que haber una solución», agregó.
En los últimos siete días el promedio ha sido de 1,331 decesos diarios, una cifra que hasta febrero se mantenía cerca de los 1,100. Desde enero, el país no ha logrado bajar de los 1,000 fallecidos al día, como ocurrió entre junio y agosto del año pasado, durante la primera ola.
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El repunte resulta, según los expertos, de la falta de distanciamiento social durante las fiestas de fin de año y de las aglomeraciones del verano austral y el Carnaval, pese a que estas últimas estaban formalmente prohibidas.
Algunos estudios apuntan igualmente a la nueva variante de coronavirus procedente de la Amazonia, denominada P.1, dos veces más contagiosa, detectada ya en 17 estados y que causa alarma mundial.