El presidente Nayib Bukele hizo ayer un llamado al resto de las naciones del mundo presentes en la Asamblea General de las Naciones Unidas a brindarse apoyo mutuo dentro del marco del respeto a la soberanía y autodeterminación de cada una para construir sociedades más justas e igualitarias.
«Estoy en este pódium para hablar – les de la libertad, esa libertad que mi pueblo, El Salvador, tanto añora, y la que añoran todos los pueblos del mundo», fue parte del mensaje que el presidente salvadoreño expresó en su discurso, que duró 12 minutos.
Nayib Bukele hizo una comparativa de las relaciones que tienen naciones desarrolladas y las que se encuentran en vías de desarrollo.
«Es como que haya dos vecinos, uno rico y uno pobre. El pobre tiene derecho de mejorar su casa, cambiar el techo, arreglar las paredes, y el vecino rico no tiene por qué intervenir ni obligarlo a quedarse en el pasado», agregó.
Parte del discurso del mandatario salvadoreño se centró precisamente en el respeto que debe existir entre todas las naciones, manteniendo la soberanía de cada pueblo.
«Vengo de un país que es el más pequeño del continente americano, y aun así, siendo el más pequeño, no es respetado por los países que tienen mucho más», subrayó en su discurso el gobernante.
También expuso que El Salvador ya ha comenzado un proceso de trans – formación histórico, en el que se deja atrás el pasado de violencia que las pandillas generaban, por la atracción del turismo por medio del surf en toda la zona costera nacional.
«En poquísimo tiempo, El Salvador ha pasado de ser literalmente el país más peligroso del mundo a estar en camino a ser el país más seguro de América», agregó.
El jefe de Estado reiteró que la población tiene el derecho a defender todas las transformaciones que se han conquistado.
«Todos los logros que hemos tenido en nuestro país, que apenas empiezan y que se han conseguido en poquísimo tiempo, para nosotros son inmensos. Y tenemos el derecho a protegerlos y a continuar en el camino de nuestro desarrollo», señaló el presidente en su alocución.
Hizo el llamado a todos los presidentes, primeros ministros y jefes de Estado a cambiar la óptica en la que se ven como naciones y a brindarse apoyo mutuo para construir una sociedad globalizada más justa.
Recordó que parte de los principios constitutivos de la Organización de las Naciones Unidas son el respeto y la autodeterminación de todos los países miembros.
«La ONU no se creó para dividir, someter o destruir a las naciones; se creó para trabajar juntos y construir soluciones a los problemas globales», rememoró.
Finalizó su discurso ante la septuagésima séptima Asamblea General de la ONU enfatizando al resto de países que vean en El Salvador a un socio y a un amigo dispuesto a trabajar en conjunto, respetando la soberanía y autodeterminación que cada nación es libre de tener.