El Gobierno lanzó una oferta de recompra de los bonos en dólares con vencimiento en 2025, 2027 y 2029. Es decir, se trata de honrar la deuda antes de que llegue el plazo oficial para hacerla efectiva.
El presidente Nayib Bukele hizo el anuncio del ambicioso programa a través de sus cuentas en redes sociales: «Hoy hemos lanzado la oferta de recompra de nuestra deuda externa […]. Todos los que poseen bonos de la República de El Salvador pueden acceder a esta recompra pública y voluntaria», escribió el mandatario en X.
Se trata de una iniciativa que ya ha realizado antes el Gobierno y que ha dado buenos resultados, mejorando de esa forma el rendimiento de los bonos porque demuestra que el Estado cumple con sus compromisos financieros y que, además, tiene la suficiente robustez para hacerlo antes de que la deuda llegue a su vencimiento.
Y hoy, nuevamente, llega el mismo efecto. Apenas unas horas después del anuncio por redes sociales del presidente Bukele, el medio especializado Bloomberg destacó en un artículo que la cotización de los bonos de El Salvador subió como respuesta al programa de recompra.
Esta maniobra de compra anticipada de deuda le permite al Gobierno ahorrar millones de dólares en el pago de intereses. Analistas de diferentes casas especializadas en este tipo de mercado han elogiado la estrategia del presidente Bukele.
«La recompra de su deuda es un indicador positivo con visión de futuro y muestra la sólida base en la que se encuentra el Gobierno de Bukele», aseguró con contundencia Oren Barack, gerente de renta fija de Alliance Global Partners, a Bloomberg.
Lo que dice esta analista es crucial. El presidente Bukele ha transformado El Salvador al cambiar la manera en la que sucedían las cosas en el país, logrando potenciar las capacidades económicas que ya estaban presentes, pero aletargadas por la violencia de las pandillas y la corrupción de la vieja clase política.
El presidente Bukele llega a su segundo mandato con el más grande respaldo popular en la historia gracias al éxito de sus políticas de seguridad, que han permitido sentar las bases para un despegue económico. Internacionalmente, la percepción sobre El Salvador es mucho mejor y las señales que el Gobierno envía terminan de convencer a los pocos escépticos, eliminando sus dudas con acciones positivas y robustas.
Resolviendo sus compromisos a corto plazo, el Gobierno ahora tiene la flexibilidad de diseñar mejores planes y aprovechar de mejor manera los recursos.