Ahuachapán se prepara para celebrar el próximo 7 de septiembre una de las tradiciones más longevas del país y Carlos Humberto Arévalo Arévalo se ha convertido, desde más de una década, en el artesano de los farolitos que iluminan la mayor parte de la Ciudad de los Ausoles.
Esta tradición es en honor del nacimiento de la Virgen María y, según la historia, se lleva a cabo desde 1950; de modo que, en los últimos 15 años es la principal fuente de empleo para Arévalo, junto con su esposa y sus cinco hijos, se prepara desde hace dos meses para elaborar el próximo mes 25,000 farolitos.
«Este es un trabajo que lleva delicadeza, es la tradición que nos caracteriza a los ahuachapanecos por eso le ponemos empeño. Yo nunca pierdo un cliente, por esa razón, Dios me ha bendecido con todos los pedidos que ya tengo encargados. Mi sueño siempre ha sido que a Ahuachapán lo vean como un lugar turístico porque también soy artesano», indicó.
Carlos, como es conocido en la colonia Santa Teresa, tiene un taller de madera donde habitualmente fabrica muebles y artesanías, pero en esta época, debido a la alta demanda, se dedica únicamente a hacer farolitos para aprovechar la temporada. Además, valora que uno de los mayores logros es que ha generado empleo para 22 personas, la mayoría de estas son jóvenes que forman parte de su círculo de vecinos.
«Mi mayor satisfacción es ver cuánta gente está contenta por la oportunidad de trabajar. Se siente bonito ver iluminada la ciudad con mi trabajo. Ese día camino por las calles y la gente dice: “los farolitos de Don Carlitos”. Varias personas me felicitan, es agradable, la verdad, más porque soy ahuachapaneco y Dios recompensa los sacrificios de este trabajo», manifestó Arévalo.