Nelson Valladares, de nacionalidad nicaragüense, reside desde hace dos años en una comunidad de San José de La Fuente, en La Unión, y ayer fue uno de los extranjeros que llegó al centro de vacunación en Santa Rosa de Lima, para ponerse su primera dosis de la vacuna contra la COVID-19.
Este hombre de 28 años, dedicado a los trabajos de la agricultura en el referido municipio, es una de las personas de esa nacionalidad que han llegado al departamento unionense por motivos laborales y que han sido beneficiados con la vacuna para extranjeros sin importar el estatus migratorio en el país.
«Para mi es un gran beneficio que el gobierno salvadoreño nos proteja de este virus, para que nosotros podamos seguir luchando, porque sino nos vacunábamos aquí, teníamos que hacernos una prueba COVID-19 y viajar a nuestro país, y eso nos iba llevar tiempo y teníamos que gastar», expresó Valladares.

De acuerdo con datos de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), se tiene registros que un poco más de 3 mil nicaragüenses residen en el país bajo diferentes estatus migratorios, pero hay otros que han ingresado por puntos fronterizos no habilitados.
Un alto porcentaje de las personas de esa nacionalidad que ingresan al país, se quedan trabajando en municipios fronterizos de La Unión.
Al centro de vacunación situado en la ciudad limeña, también están llegando personas de nacionalidad hondureña como Víctor Manuel Arbaiza, quién lleva pocos meses residiendo en el país, pero ayer pudo ponerse su primera dosis.
«Sino nos vacunabamos aquí teníamos que ir al país de nosotros, pero quizás no íbamos a ir, porque tenemos bastantes trabajo acá», expresó el hondureño.