Por: Carlos Mauricio Cerna Martínez, psicólogo
[email protected]
Al finalizar cada año, la mayoría de las personas hacen ejercicios de reflexión para valorar los acontecimientos del año que está por pasar y ponderar lo bueno y lo malo que ha dejado dicho período de la vida.
Cada quien saca balances distintos y se proyecta hacia el año por venir con esperanza, escepticismo o incertidumbre, según la postura existencial que adopte para el siguiente ciclo de vida.
Paso a contestar algunas interrogantes que pueden formularse a nivel individual ahora que cerramos el 2021 y nos preparamos para el año venidero.
¿Qué hacer para cerrar de una vez por todas el 2021, un año tan atípico afectado por la pandemia?
Para concluir el 2021, se puede hacer un breve repaso o recuento de los momentos vividos y lo que han significado para la autopercepción de continuación en el proceso de crecimiento personal-familiar y de otros ámbitos vitales. Luego, vivir los festejos de fin de año requiere estar en verdad «presente», crear buenos momentos, festejar sin excesos, y tener una actitud de agradecimiento ante todo lo acontecido, incluso lo ponderado como «malo».
Existen formas proactivas de proyectar lo que uno espera para el siguiente año por venir. Entre ellas:
- Podemos hacernos propósitos realistas, sanamente ambiciosos y que realmente sean alcanzables al plazo previsto.
- Se debe tratar de superar lo pasado para poder hacer lugar en tu nuevo espacio vital.
- Hacer el compromiso de vivir el aquí y el ahora, el presente diario, con autenticidad y congruencia entre lo que pienso, siento y hago, sin hacer comparaciones con la vida de otros.
- Limpiar la «casa mental»: hacerse el hábito diario de no quejarse, no juzgar ni criticar, pues todo ello consume energía vital que debemos dirigir a las nuevas metas y objetivos.
- Fortalecer los aspectos físico, psicológico, social y espiritual para que haya armonía y prosperidad en uno mismo, compartiendo a los demás.
¿Qué significa cerrar ciclos?
En la psicología positiva, cerrar ciclos significa concluir conscientemente cierta etapa sin sentimientos nostálgicos, derrotistas o de culpa. Por ello, es necesario dejar ir todo lo que no contribuye a tu propio bienestar, esto incluye tanto a personas, situaciones, cosas materiales y cualquier apego enfermizo que obstaculice el avance hacia mejores condiciones de vida.
Te debes procurar un equilibrio en tu vida que te permita evaluar de forma justa las experiencias positivas y aquellas que no lo fueron durante el año que termina para quedarse con los mejores aprendizajes, sin remordimientos ni añoranzas. Por tanto, el cierre del ciclo te lleva a un nuevo comienzo, sobre el cual debemos poner toda la atención y motivación sabiendo con certeza que el cambio es lo más cierto y seguro que tendremos en todo el nuevo camino por recorrer.
De igual forma, debemos disponernos para abrir nuevos procesos en todos los órdenes de la vida para vivir la sensación de estar avanzando y creciendo. Asimismo, se tienen que continuar con aquellos ciclos que dan sentido a los principios y valores de vida, tratando de innovarlos y reeditarlos para brindar sentido y significado diario al buen vivir.
¿Funciona la práctica de establecer metas y objetivos para comenzar el nuevo año?
Todo puede funcionar si se hace de forma realista y se invierte energía para perseverar en lo que se aspira lograr en el nuevo año. Como ya he dicho, hay que plantearse metas y objetivos alcanzables para no desertar en el intento y menos frustrarse por el esfuerzo diario que debe hacerse para lograr dichos propósitos.
- Establecer unas cuantas metas que se deben lograr a corto (tres meses), mediano (seis meses) y largo plazo (doce meses)
- Que las metas sean realistas, especificas, medibles y alcanzables.
- Ponerse fechas concretas en las que se tienen que haber realizado
- Crear un plan de acción diario y sostenido
- Verificar cada cierto tiempo el avance y comentarlo con un familiar
¿Qué hacer para recordar a quienes no están, ya sea porque están fuera del país o ya partieron de este mundo?
El proceso del recuerdo de seres queridos es tanto una acción cotidiana, ya sea que esas personas residan en el mismo país o no, o ya hayan fallecido.
Para quienes tienen personas significativas una llamada, un mensaje y si es posible una visita es siempre un gran detalle. Se debe hacer de forma regular, sin esperar fechas memorables pues son maneras sorpresivas de agradar a los demás, y conmemorarlos en días específicos para denotar que están presentes en el pensamiento y los sentimientos.
Si nuestros recuerdos nos llevan a personas que han fallecido o con las cuales ya no tenemos comunicación o contacto, traerlas a la memoria con pensamiento agradecido por lo bueno que dejaron en nosotros, una imagen mental con cariño y, si se es creyente, una oración personal por la dicha de haber contado con ella.
Algunas personas incluso acostumbran a visitar cementerios, ofrecer ritos propios de su fe o simplemente conversar con otras de los mejores momentos vividos con quienes ya no están en vida. Lo importante es recordar sin que eso nos lastime, nos entristezca o nos dañe.
Tips para cerrar el 2021
Para terminar de forma óptima el año que está concluyendo, se puede hacer lo siguiente:
A- Tener una actitud positiva para los días de fin de año
B- Prevenir y evitar excesos en gastos a veces innecesarios, en comidas y bebidas, en relaciones tóxicas
C- Evaluar el crecimiento y bienestar personal, familiar, laboral, de las relaciones amorosas y sociales
D- Fomentar la sana y auténtica alegría en los festejos y convivios de temporada
E- Identificar y trazarse nuevas metas, concluir las pendientes y dejar atrás las que no se pudieron cumplir y que ahora ya no consideras vitales
Para comenzar y vivir un mejor año
1- Solventar los asuntos pendientes a nivel personal, familiar, amoroso, financiero, laboral o de cualquier otro orden.
2- Reorientar con creatividad tu vida, orientando la energía hacia la salud y la prosperidad.
3- Visualizar los logros que esperas tener en este año nuevo y comprometerse a conseguirlos.
4- Mantener rutinas diarias de autocuido, una actitud mental positiva y una inteligencia emocional adecuada en las relaciones con los demás