El pasado 2 de agosto, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó la región Taiwán en China, ignorando la fuerte oposición y las serias gestiones del país asiático.
El acto realizado por Pelosi es catalogado como una seria violación al principio de «Una Sola China» y a las estipulaciones de los tres comunicados conjuntos entre China y Estados Unidos, por lo que dicha acción ha impactado severamente la base política de las relaciones sinoestadounidenses, infringido gravemente la soberanía y la integridad territorial de China, socavado seriamente la paz y la estabilidad del Estrecho de Taiwán.
Ante eso, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular de China, informó que dicho Gobierno «se opone resueltamente y condena categóricamente» la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes.
La cartera de Estado del país asiático indicó que en el mundo existe una sola China, por lo que Taiwán forma parte inalienable del territorio chino, y el Gobierno de la República Popular China es el único legítimo que representa a todo el país.
«Esto es un consenso universal de la comunidad internacional y la norma básica de las relaciones internacionales, también es la base política de las relaciones de China con los otros países. La visita de Pelosi a la región Taiwán no sólo socavó gravemente la paz y la estabilidad del Estrecho de Taiwán, sino que también causó tensión y conflicto en la región, así como más incertidumbre en la turbulenta situación internacional», reza un comunicado del Ministerio de Exteriores chino.
En 1979, Estados Unidos hizo un claro compromiso en el Comunicado Conjunto entre China y EE.UU. sobre el Establecimiento de Relaciones Diplomáticas: «Los Estados Unidos de América reconocen al Gobierno de la República Popular China como el único Gobierno legítimo de China. Dentro de este contexto, el pueblo de los Estados Unidos de América mantendrá relaciones culturales, comerciales y otras relaciones no oficiales con el pueblo de Taiwán».
En ese sentido, el Gobierno de Estados Unidos y el Congreso de dicho país están inherentemente obligados a acatar estrictamente la política de una sola China y abstenerse de tener cualquier intercambio oficial con la región Taiwán de China.
«Dado que la presidenta Nancy Pelosi es la actual líder del Congreso estadounidense, su visita a actividades en Taiwán, en cualquier forma o por cualquier razón, constituyen una grave provocación política por elevar los intercambios oficiales de EE. UU. con Taiwán. China no lo acepta en absoluto, y el pueblo chino no lo permite en absoluto», reafirma.
UN FUERTE ALIADO
Por otra parte, la Embajada de la República Popular de China explicó que, desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y El Salvador, en agosto de 2018, ambos países siempre se han entendido y apoyado mutuamente en cuestiones relacionadas con los intereses fundamentales de soberanía, seguridad e integridad territorial, por ende, «son amigos y socios confiables».
«El Gobierno salvadoreño siempre se adhiere al principio de una sola China y apoya firmemente la postura solemne de China sobre la cuestión de Taiwán, es así que China lo aprecia mucho», expresa el comunicado.
Finalmente, Gobierno chino exhorta a la comunidad internacional, incluido El Salvador, a trabajar junto para defender firmemente la norma básica de las relaciones internacionales de no injerencia en los asuntos internos, salvaguardar la equidad y la justicia internacionales, así como mantener la paz y la estabilidad tanto regionales como mundiales.