Estas nuevas normas constituyen un cambio de calado en las restricciones de entrada impuestas por China, que sigue una estricta estrategia de «covid cero» desde el inicio de la pandemia.
Pekín cerró sus fronteras internacionales en el momento de la propagación del coronavirus y el número de vuelos que llega a China sigue siendo limitado para reducir los casos importados
Desde hace dos años, los viajeros procedentes del extranjero debían someterse a una costosa cuarentena en un hotel o un centro especializado.
Según la nueva política de control y prevención del covid, esta cuarentena, llamada «centralizada», se reduce a siete días.
Desde abril, un creciente número de ciudades piloto –entre ellas Pekín desde mayo– ya han reducido a diez días la cuarentena centralizada para las llegadas del extranjero.