Investigadores españoles lograron por primera vez a nivel mundial generar energía eléctrica de forma continua en la Antártida a partir del calor geotérmico de las fumarolas volcánicas en la Isla Decepción, aseguró hoy sábado el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
El proyecto se enmarcó dentro de la 37ª Campaña de Investigación Antártica Española, que finalizó esta semana tras una edición de 100 días en la que se desarrollaron 30 proyectos científicos, precisó la cartera en una nota de prensa.
La importancia de este avance, dijo, «radica en el enorme reto tecnológico que actualmente representa el suministro energético necesario para alimentar los sensores de medida y equipos de emisión de datos de diferentes proyectos científicos geológicos y vulcanológicos, así como a las estaciones de vigilancia volcánica».
Como es habitual, la campaña se dio por finalizada con el cierre de las bases antárticas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla, y la llegada del buque oceanográfico Hespérides al puerto de Ushuaia, en el extremo austral de Argentina.
En la expedición de este año, participaron 240 personas, entre personal científico y técnico y dotaciones del Hespérides, que continuaron los trabajos de las tres series históricas de investigación que recogen, desde hace más de 20 años, datos en la zona.
Dentro de la cooperación internacional, base de la misión española según el ministerio, científicos del país junto con especialistas de Argentina, Uruguay o Chile confirmaron la presencia, por primera vez en la Antártida, del virus de la gripe aviar altamente patogénico.
El virus se encontró, en concreto, en ejemplares de págalo grande o skúa («Catharacta skua») muertos que fueron hallados por científicos argentinos, explicó la cartera española tras el hallazgo a finales de febrero.
El descubrimiento demuestra por primera vez que el virus llegó a la Antártida a pesar de la distancia y barreras naturales que la separan de otros continentes y podría explicar, además, la mortandad de aves registrada durante el verano antártico.
Los expertos españoles, que están regresando estos días desde la Antártida, continuarán ahora con el análisis de sus datos y muestras para poder ofrecer resultados más precisos.
El ministerio destina a la campaña de investigación antártica una media de 10 millones de euros (10,8 millones de dólares) que sirven para financiar proyectos de investigación, así como la operación y mantenimiento del Hespérides y otros gastos logísticos, precisó el comunicado.