Días antes de las elecciones del martes, un estudio de la Universidad de Colombia mostró que la pobreza empezó a aumentar en Estados Unidos (EE. UU.) mientras se desvanecen los efectos de los billones de dólares inyectados para apuntalar la economía cuando irrumpió el coronavirus.
Asimismo, los expertos tendrán que ver si los perjuicios económicos impedirán la reelección del presidente republicano, Donald Trump, a manos del demócrata Joe Biden. Aunque, la clase media estadounidense está en peligro.
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«Esta es la primera vez que vengo a pedir comida porque no tengo otra opción», asegura un afectado, Joe, de 40 años, tras recoger alimentos del centro de caridad de Bethesda. Joe perdió su trabajo en abril.
La pandemia se extendía por EE. UU. Keith logró mantener su trabajo de servicios financieros, pero sus ingresos se agotaron a medida que las comisiones que cobraba empezaron a reducirse.
Estrangulado económicamente, Keith comenzó a depender de la comida repartida por una organización benéfica de Bethesda, un suburbio de Washington caracterizado por la riqueza de la que ahora carece este hombre de 52 años. «Tratamos de ahorrar lo que podemos. No quiero más de lo que necesito. Si no tengo que venir cada semana, no lo haré», añadió Keith a la AFP.
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DEL OTRO LADO
Ubicado al norte de la capital estadounidense, el condado de Montgomery, en el estado de Maryland, es una de las zonas más ricas del país, pero incluso en localidades como Bethesda hay enormes brechas en la riqueza.
Anne Derse, diácona de la iglesia episcopal Saint George, dirige un programa de entrega gratuita de comida. Y aseguró que allí unas 65,000 personas padecían inseguridad alimentaria antes de la pandemia. Ahora, son 95,000. «En tanto las condiciones económicas no mejoren, la cantidad seguirá creciendo», dice.
Los voluntarios que atienden a la gente reciben casi el doble de personas de las esperadas y a menudo los alimentos se agotan en menos de una hora.
En el Capital Area Food Bank, unaentidad que atiende a los necesitados de buena parte de Washington y sus suburbios, su presidenta, Radha Muthiah, dijo que antes de la pandemia la cantidad de gente a la que ayudaban era de 400,000, pero actualmente son 650,000.
La demanda se elevó mucho más en los condados de Montgomery y Fairfax, dos zonas normalmente consideradas prósperas, pero donde, dice Muthiah, la ola de desempleo elevó la cantidad de personas necesitadas de alimentos.
Al agravarse la pandemia, el Congreso aprobó medidas de auxilio económico por $3 billones para mitigar su impacto. Eso incluyó la extensión de plazo de los subsidios por desempleos y préstamos y garantías para pequeñas empresas a fin de salvar empleos.
Un estudio de la Universidad de Columbia mostró que esa ayuda fue tan eficaz que llegó a reducir la tasa de pobreza de 10.5 % registrada oficialmente en 2019 y que fue la más baja en 60 años.
Pero buena parte de esa ayuda expiró en los últimos meses y el estudio indicó que se añadieron ocho millones de personas a los 34 millones de pobres que había el año pasado.