Hacer ejercicio es muy importante. Muchos para no ir al gimnasio deciden empezar una rutina de correr, ya que con eso ponemos todo el cuerpo en marcha, más de doscientos músculos, los huesos, las articulaciones, la columna vertebral y cervical entran en juego.
La correcta coordinación y el control de la postura son claves no solo para aumentar la velocidad y la resistencia, sino también para evitar lesiones y posibles caídas que pueden producirse por una práctica intensa y frecuente de este deporte.
De acuerdo con la fisioterapeuta Andrea Benítez, antes de empezar a correr hay que tomar en cuenta aspectos fisiológicos como capacidad respiratoria y de resistencia. También, es importante recibir evaluación médica y física para verificar que este deporte es apto para la persona que desea realizarlo, ya que es de alto impacto.
«Siempre hay que tomar en cuenta que se debe iniciar de forma progresiva en cuanto a distancia, velocidad y el terreno en que se correrá, la exigencia física es diferente, si se corre en pista, calle o montaña (trail)», manifestó.
Detalló que algunos de los elementos a tomar en cuenta si queremos iniciar a correr y ser constantes, es que primero se debe hacer un calentamiento que debe incluir movilidad articular y estiramiento dinámi-co, además de contar con un equipo necesario, es decir, zapatos adecuados dependiendo del terreno, ropa cómoda, equipo para protegerse del sol y mantenerse hidratado durante el tiempo del ejercicio.
De igual manera es importante tomar una alimentación previa a la actividad y para tener una buena técnica y postura al realizar el ejercicio puede visitar a la fisioterapeuta.
Como se mencionaba con anterioridad, al correr todos los músculos trabajan por lo que tiene una gran exigencia calórica. La profesional especificó algunas funciones de cada uno.
«Los músculos de miembros superiores son importantes en la oscilación de los brazos al correr porque nos da equilibrio. En cuanto a los músculos de tronco nos permiten tener buena estabilidad y postura al correr, siendo este un grupo muscular muy importante para entrenar. Una mala postura nos lleva a una mala técnica y esto a una lesión. También son importantes los músculos de miembro inferior, desde cadera hasta la planta de los pies», dijo.
Una buena rutina de estiramiento que dure al menos 40 segundos por cada zona evita la sobrecarga en los músculos y evita lesiones.
TRAUMATISMO
Benitez señaló que, por ser un deporte de alto impacto, las articulaciones son las áreas más dañadas, cadera, rodilla (en primer lugar) y tobillo. Asimis, hay lesiones musculares como consecuencia de una mala rutina de estiramiento, por una exigencia mayor a la adecuada y por no trabajar fortalecimiento de los grupos musculares antes mencionados.
«Algunas lesiones podrían ser, síndrome de la cintilla iliotibial, esguinces, bursitis de cadera o rodilla, fascitis plantar, espolón calcáneo», especificó.
Apuntó que las lesiones se pueden evitar con una buena rutina de calentamiento y estiramiento; entrenamiento de fortalecimiento; visitar a tu fisioterapeuta para prevenir lesiones, descargas musculares, evaluación física; asesorarse con el uso adecuado de zapatos tomando en cuenta la forma de pisada al correr.
Muchas veces los que mayor sufren lesiones son los corredores principiantes por la falta de experiencia ya que no se encuentran en forma o no tiene una base de condición física por lo que puede llevar a sobrecargar los músculos.
En algunos caso, suele pasar que desean aumentar rápidamente las distancias y velocidad, con esto no permiten que sus cuerpos se adapten gradualmente al estrés del ejercicio.
Con el tiempo que se va tomando mayor intensidad y duración en el deporte, se puede realizar el entrenamiento de fuerza ya que este es importante para prevenir lesiones y mejorar el rendimiento
«El entrenamiento de fuerza nos ayudará a mejorar el rendimiento, es decir, más velocidad y potencia. Igualmente ayudará a prevenir lesiones, ahorrar gasto energético, ya que entre más fuerza muscular tengamos menos exigencia tendremos para completar la actividad, aumenta la densidad ósea, mejora la estabilidad y control de movimiento», expresó.
Es importante que al presentar dolor o sospeches de una lesión visites al fisioterapeuta o médico, no hay que normalizar las molestias que se pueden tener a la hora de ejercitarse.
En el caso que ya cuentes con una lesión y siempre deseas continuar con tu rutina, no debes de olvidar cumplir el plan de tratamiento de tu fisioterapeuta o médico tratante para evitar que la lesión sea recurrente.
La experta agregó que el movimiento siempre es tu mejor aleado, el descanso o el reposo muchas ocasiones empeora o hace más lenta la recuperación, ya que no solo se lucha con la lesión si no con las malas posturas, perdida de la fuerza o masa muscular de las zonas dañadas.
«Cada tratamiento es personalizado y dependerá de varios factores que tu fisioterapeuta deberá tomar en cuenta. Mantente siempre activa, se paciente, ve progresivamente», dijo.
Las lesiones para las personas que se dedican a correr se dividen en lesiones agudas, que están originadas por un incidente concreto – contusión, caída o tropiezo – y, aunque la intensidad del dolor puede ser alta, se tratan al momento y no tienden a repetirse. En cuanto a las lesiones por sobrecarga, no es fácil determinar su origen, porque está relacionado con la sobrecarga de músculos o articulaciones o el sobre entrenamiento. Al principio, la intensidad del dolor es baja y los síntomas, escasos, pero tienden a repetirse y a hacerse crónicos. El tratamiento dependerá de la causa que haya provocado la lesión.
Causas que pueden producir una lesión
Una postura errónea: Inclinarse demasiado al correr y colocar la cabeza demasiado hacia adelante o hacia atrás aumenta el riesgo de lesionarse, así como el exceso de pronación (tender a pisar con la parte interna del pie) o supinación (apoyar más la parte exterior).

Entrenamiento inadecuado: ritmosde carrera demasiado rápidos, el incremento excesivamente brusco de la velocidad o las distancias, y no realizar suficientes descansos constituyen también un factor de riesgo.

El tipo de zancada: cuanto más larga y alta sea, mayor impacto debe soportar el cuerpo. También influye el tipo de superficie sobre la que se corre.

Lesiones previas: cuando se sale a correr o entrenar, se debe de tener en cuenta cualquier lesión o afección anterior, con el fin de minimizar el riesgo que la misma se agrave o provoque otras nuevas.

El sobrepeso: el exceso de peso aumenta significativamente la tensión que soportan las articulaciones.

Material inadecuado: elegir zapatos que no se adapten a la manera de pisar o anatomía, así como cambiar de un calzado usado a uno nuevo, conlleva a una lesión o empeorar puntos débiles.
