Debido a la actividad sísmica reportada desde el domingo por la tarde, las autoridades registraban ayer más de 130 viviendas dañadas y 230 réplicas de un enjambre sísmico que mantiene en con los nervios alterados y en incertidumbre a los pobladores de varios caseríos y del municipio fronterizo de San Lorenzo, en Ahuachapán.
A esa incertidumbre han abonado 20 deslizamientos y colapsos de muros como el de la escuela Morán . La mayoría de daños son notorios en el cantón La Danta del municipio Ahuachapán, una de las zonas rurales de mayor densidad geográfica y poblacional de la localidad.
Ante la situación de vulnerabilidad de más derrumbes, debido a que es una zona alta de suelos arcillosos y casas de adobe y que ya no pueden ser habitadas, la gobernación departamental habilitó un albergue en la casa comunal de Las Chinamas, cantón aledaño a esta comunidad. En total fueron 19 personas que decidieron evacuar voluntariamente.
En el albergue las autoridades han brindado atención oportuna con entrega de alimentos, kits de limpieza personal y atención médica. Además, la Fuerza Armada y PNC ha brindado seguridad en sus residencias y el albergue.
Varias familias se negaron a desalojar sus casas. La mayoría son agricultores. Argumentan que cuenta con espacio al aire libre suficiente que no represente peligro para ubicar sus camas y pasar la noche. Soldados les ayudaron a sacar del granero sus cosechas de maíz para depositar en sacos de nylon.
El cantón La Danta está situado en la zona sur de Ahuachapán, las familias más afectadas describieron que el primer sismo [5.1 en escala Richter] registrado la tarde del domingo, lo sintieron mucho más fuerte incluso que el terremoto del 2001. Perdieron varios bienes materiales y provocó que tomaran la decisión instantánea de sacar sus camas para dormir en los patios.
En la zona de El Quebrachal, los residentes contabilizaron al menos un total de 90 familias afectadas, entre esas hay una vivienda completamente destruida. Perdieron pertenencias como televisores, camas, ventilador, cocina y ropero.
Las instituciones de Protección Civil y Cuerpo de Bomberos se desplegaron en los tres caseríos que conforman el cantón para priorizar las atenciones de acuerdo a la gravedad de las afectaciones. Asimismo, el Ministerio de Obras Públicas confirmó que varias casas tendrán que ser demolidas, ya que tras inspeccionarlas y por ser de adobe, no es recomendable hacer reparaciones. En algunas pusieron la maquinaria a disposión.
También personal de Ministerio de Vivienda visitó el lugar, para hacer un censo poblacional de las personas que perdieron sus casas y empezar a gestionar ayuda. Asimismo, autoridades de la departamental de Educación habilitaron un espacio para entretener a los menores de edad de la zona.
Miembros de iglesias también llegaron al lugar para entregar alimentos a los residentes de la zona, miembros de la Fuerza Armada y cuerpos de Socorro.
Otros lugares afectados son el cantón Agua Fría de Atiquizaya y la zona de El Portillo, San Lorenzo, pero fue de menor gravedad.