Los pocos libros que existen de la historia del arte en El Salvador registran poca o nula participación de las mujeres en la cultura visual del siglo XX; sin embargo, la exposición de arte Cons-Telar que se encuentra en el Centro Cultural de España demuestra el gran aporte que hicieron 15 mujeres radicadas en el exterior, entre artistas y gestoras.
La exposición presenta la investigación que realizó Elena Salamanca durante tres años, en la que descubrió que durante 90 años (entre 1931 y 2021) hay muchas artistas que no figuran en los libros.
Los hallazgos de esta exhaustiva investigación son presentados en una interesante línea del tiempo y muestra algunas interconexiones que hay entre las artistas por medio de coordenadas temporales y espaciales que, incluso, demuestran que algunas conformaron redes de apoyo.
«La muestra está conformada por 28 piezas, entre ellas pintura, arte matérico, dibujo, grabado, fotografía, video arte, instalación y escultura que hacen un homenaje a las mujeres que hacen su carrera como artistas visuales afuera de El Salvador en el siglo XX, que se caracterizó por las violencias, las migraciones y los exilios», mencionó la curadora Elena Salamanca.
Las piezas son la muestra tangible del aporte que hicieron 15 mujeres salvadoreñas nacidas de 1901 a 1993, algunas de ellas que sobrevivieron a los hechos más crueles del siglo XX, la segunda guerra mundial, la guerra civil salvadoreña, las dolorosas y fragmentarias transiciones democráticas.
La muestra incluye a Ana Julia Álvarez, Violeta Bonilla, Julia Díaz, Consuelo Suncínde Saint-Exupéry, Maribel Arrieta, Rosa Mena Valenzuela, Nicolle Schwartz, Mayra Barraza, Muriel Hasbún, Beatriz Cortez, Verónica Vides, Josefina Paz y Kiara Aileen Machado.
También se expone el trabajo de gestoras culturales y galeristas como Magda Aguilar, fundadora del Centro Nacional de Artes (CENAR) en 1970, y Janine Janovski, fundadora de la Galería El Laberinto.
Algunas de estas artistas nunca expusieron en El Salvador y sus obras ahora pertenecen a colecciones privadas.
En esta exposición es posible apreciarlas debido a que los propietarios accedieron a prestarlas exclusivamente para esta muestra, por lo que es posible que no vuelvan a ser exhibidas.
Es importante mencionar que la muestra es la continuidad de otro trabajo que Salamanca realizó con el Centro Cultural de España en el año 2021 denominado «Urdir la trama rota», que visibilizó a las mujeres activas en el arte desde 1921, que coincide con el año en el que las mujeres lograron ser ciudadanas por reconocimiento de la República Federal de Centroamérica, que fue de mucho valor ya que estos datos no aparecen en los textos escolares.
La línea del tiempo
La línea temporal de la investigación parte explicando que hay registros de mujeres que pintaban a finales de 1919, pero «era considerado en un espacio más doméstico», algo que dio un giro en la década de los años veinte, cuando las mujeres se empiezan a formar en el arte y comienzan a exponer, aunque estos datos no están consignados en la mayoría de textos.
Según Salamanca, «la historiografía del arte en El Salvador siempre comenta que en la primera mitad del siglo XX, a lo mucho, había tres mujeres activas y yo he encontrado como 30 activas en ese momento y ya en todo el siglo XX encontré 100».
La historiadora explica que «cualquiera diría que en 100 años descubrir 100 mujeres no es mucho, pero considerando que es un país tan pequeño, con una densidad poblacional menor (a la actual), con menos posibilidades para acceder a las artes, al ser un país machista, misógino y violento hacia las mujeres, realmente es significativo encontrar 100 o más artistas mujeres en un siglo de trabajo».
Salamanca descubrió que, en la primera mitad del siglo XX, alrededor de 50 mujeres se dedicaron a la pintura en El Salvador: tomaron clases en academias, aprendieron a pintar en su casa, enseñaron, participaron en exposiciones y ganaron concursos de pintura. En la segunda mitad del siglo se diversifican las expresiones del arte a las que se dedicaron las mujeres y aparecen otras profesiones como gestoras culturales y fundadoras de espacios culturales y galerías.
En este periodo también se registra la inauguración de espacios culturales importantes por mujeres como el Estudio de Julia Díaz, que la pintora fundó en su casa y luego se convertiría en la Galería de Arte Forma; la Galería 123 (en la alameda Roosevelt) en 1971, por María Celia Cohen; la galería El Laberinto, en 1977, por Janine Janowsk. Durante la guerra civil se fundó la galería Imagineros, por Colette Jacquinot, y la galería Espacio por Rhina Avilés. Entre 1980 y el 2000 varias artistas fundaron sus academias de pintura o procesos de formación de arte entre ellas Rosa Mena Valenzuela, Conchita Kuny Mena, Astrid Suárez, Ana María de Solís y Elisa Archer.
Algunas coordenadas espaciales
En la exposición se destaca a Violeta Bonilla quien es la autora del Monumento a la Revolución, ubicado entre la avenida Revolución y la calle Circunvalación en la colonia San Benito, San Salvador. La curadora destaca las coordenadas de formación académica de esta artista porque fue alumna de Valero Lecha y luego se fue becada a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, en México, donde fue alumna del pintor Diego Rivera, para después convertirse en profesora de la Escuela Nacional de Arte La Esmeralda, donde también se formó Verónica Vides.
Otra coordenada espacial es la Escuela de Arte Corcoran, en Washington, Estados Unidos, donde fue profesora Muriel Hasbún; pero también fue donde Salarrué estudió pintura por primera vez y donde se preparó la pintora Mayra Barraza, que también es parte de la exposición.
«Las mujeres han compartido espacios de formación, de migración, de conservación de obra y yo quería demostrar que esto ocurre en un espacio diaspórico, no es El Salvador, sino en un espacio transnacional, en un campo global en procesos históricos globales», mencionó Salamanca.
Añadió que su deseo es despertar las «memorias familiares de las mujeres artistas», es decir motivar a las personas que recuerden si hay alguna pintora en su familia que fue alumna de Valero Lecha, de Carlos Alberto Imery o de Rosa Mena Valenzuela, Astrid Suárez, Violeta Bonilla.
Invita a que compartan sus datos para ser incluidas en el registro de artistas.