La brecha de financiamiento para enfrentar el cambio climático actualmente es de 2.4 trillones a escala global, por lo que algunos países de la región han incorporado el canje de deuda por acciones climáticas, con el objetivo de implementar medidas de adaptación y, a la vez, mejorar las finanzas del país.
Además, otras naciones optan por los préstamos asociados al rendimiento climático, los cuales establecen que, entre más acciones climáticas se desarrollen, disminuye la tasa de interés para el país. De acuerdo con los especialistas que participan en el pabellón del CAF en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP28) que se desarrolla en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, el gran tema que se debe abordar es la modificación de la arquitectura financiera internacional.
«Esto tiene involucramiento de la banca pública y privada, es momento de mostrar lo mejor de la política, ejercer el multilateralismo desde abajo, atendiendo a las economías locales», dijo Gustavo Beliz, miembro de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.
La evidencia actual ha demostrado que el cambio climático profundiza las necesidades existentes, por lo que las comunidades en riesgo se encuentran más vulnerables. Ante ello, los expertos reiteran la importancia de implementar medidas focalizadas para las zonas rurales y urbanas.
En ese sentido, ocho de cada 10 latinoamericanos viven en ciudades, y esta región es una de las zonas más urbanizadas del mundo. Los principales puntos que se deben abordar en los planes de acción en las ciudades es la disminución de emisiones en el sector transporte y la transición a las energías renovables. «Es imposible pensar en políticas de largo plazo si no se analiza el efecto invernadero. En las ciudades el foco debe estar en movilidad y en gestión de residuos. Se debe mirar el modelo local pero también a escala regional», explicó Eduardo Sorensen, fotógrafo submarino de la Patagonia chilena.
Sorensen destacó que existen casos de éxito de ciudades que establecieron alianzas para mejorar el sistema de gestión de residuos. Además, resaltó que otra oportunidad de mejora para las zonas urbanizadas es obtener los alimentos de cultivos cercanos, y disminuir el abastecimiento por importación.
Por otra parte, Sorensen evaluó como «un gran logro» que en la COP28 se haya establecido el fondo climático de daños.