Marta Ponce ha cotizado buena parte de su vida laboral en el antiguo y el actual sistema de pensiones y está a punto de cumplir 57 años de edad y no quiere jubilarse porque, según dice, ha sado cuentas y se percató que su pensión le quedaría de $184 con lo que asegura apenas podrá sobrevivir.
Esta ciudadana marchó junto a cientos de trabajadores, que están en las mismas condiciones, hasta la Asamblea Legislativa para exigirles a los diputados aprueben leyes que realmente los beneficie y que les permita tener una vejez digna.
«Ahora que estoy vieja no quiero ser carga para mis hijos, no me quiero jubilar con $184 sabiendo que no voy a poder, tendría que vender mi casa para pagar los créditos personales y ¿dónde voy a vivir?», dijo la mujer mientras recorría la Alameda Juan Pablo II de San Salvador.
Campos explicó que en 2017 una reforma que se hicieron los diputados a la ley de pensiones le garantizó al gobierno de ese entonces sacar fondos de los ahorros de los trabajadores, con lo cual se benefició únicamente la empresa privada.
«Incrementaron su ganancia y eso lo hizo el gobierno del FMLN junto con todos los diputados que ahora se encuentran ahí en la Asamblea Legislativa», mencionó.
Juan Hernández, otro empleado que está a punto de jubilarse dice que había pensado en su juventud dedicarse a descansar sin mayores preocupaciones, pero el iniciar los trámites para su jubilación se sorprendió que su pensión apenas llegaría a los $200.
«Estoy decepcionado, matarse trabajando muchos años para que me salgan con eso….nooo…eso tiene que cambiar», comentó el ciudadano a Diario El Salvador.