La última encuesta desarrollada por el Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) destaca que «Diario El Salvador» es el medio escrito más confiable del país, y desbanca de esta forma a los órganos de propaganda de la oposición.
En menos de dos años de existencia, «Diario El Salvador» se ha ganado el respeto de la población al presentar el otro lado de la historia de una manera profesional, atractiva y sin el sesgo antidemocrático que caracteriza a los viejos periódicos nacionales, siempre en campaña contra todas las buenas iniciativas e incapaces de reconocer los avances hechos en los últimos años.
La confianza que tienen los lectores en «Diario El Salvador» se traduce en una mayor lectura de este medio de comunicación, que no solo trae la información más fresca y oportuna, sino que también se atreve a contar aquello que los demás no solo tratan de ignorar, sino que trabajan para ocultarlo y se esfuerzan por negar su existencia, como la corrupción en los gobiernos de ARENA y del FMLN (actos oscuros de los que también formaron parte) o la amplia aceptación que tiene el presidente Nayib Bukele no solo en el país, sino también a escala internacional.
También es importante destacar que la forma en que estos medios se han alineado para defender a los pandilleros y criticar de manera visceral la efectividad del régimen de excepción, que tanta tranquilidad ha llevado a las familias, también los ha puesto del lado equivocado de la historia, puesto que respaldan a los criminales y a aquellos que han dañado a los ciudadanos desde hace décadas.
Por ese mismo papel de ser los órganos de propaganda de la oposición, los viejos periódicos atacaron el reparto de alimentos durante la cuarentena, la estrategia de contención y combate de la COVID-19, la adopción del bitcóin, los planes de modernización de infraestructura vial o los proyectos del tren y el aeropuerto del Pacífico.
Han querido presentarse como víctimas de un gobierno represivo, pero los salvadoreños tienen claro que en este país se respeta plenamente la libertad de expresión y de prensa, al punto que todos sus delirios son publicados sin ningún tipo de censura.
El pueblo tiene dónde informarse y cada día que pasa la confianza en «Diario El Salvador» crece aún más, igual que su circulación, pues llega a todos los rincones del país, superando a los viejos periódicos varias veces. Por eso, a mayor credibilidad, más circulación, para que todos conozcan el otro lado de la historia.