La reliquia del padre Rutilio Grande , la cual consiste en un pañuelo que portaba el día de su martirio, el 12 de marzo de 1977, fue trasladada este jueves del Centro Monseñor Romero de la Universidad Centroamericana «José Simeón Cañas» (UCA), hacia la capilla del Seminario Mayor San José de la Montaña que se encuentra en las cercanías de la plaza Salvador del Mundo.
Para la Iglesia católica, son tres los significados que le confieren a este objeto la importancia en este proceso de beatificación que culminará con la ceremonia de este 22 de enero, como un símbolo de: el servidor, el testigo y el martirio.
De acuerdo con el sitio Vatican News, el pañuelo es un símbolo del servidor, en el sentido de los usos que pudo haberle dado Rutilio, tales como limpiar su sudor luego de una larga jornada o secar sus lágrimas de los momentos difíciles.
Por otra parte, el pañuelo es símbolo de testimonio, ya que se convirtió en testigo del martirio debido a que la sangre de Rutilio quedó impregnada en él al momento de su muerte. Las manchas, pese al tiempo, no se han borrado, y permanecen en la tela.
Por último, la sangre que permanece el pañuelo, la cual, de acuerdo con Vatican News, «comunica santidad y que clama verdad y justicia para este caso y para todos los que permanecen en la impunidad».
La reliquia es parte importante de la ceremonia de beatificación que se llevará a cabo este sábado 22 de enero en la plaza Salvador del Mundo, en donde también serán nombrados beatos los acompañantes del padre Rutilio: Manuel Solórzano, Nelson Rutilio Lemus; también será beatificado fray Cosme Spessotto.