En la historia de la humanidad han existido hombres y mujeres que han servido de inspiración a muchos por sus acciones altruistas, por sus acciones valientes, por sus descubrimientos, por sus aportes a la ciencia, entre otros.
Algunos solo los admiran, otros se entusiasman y buscan seguir sus caminos. Desde niño siempre he seguido de cerca las historias de éxito, y por mi mente siempre pasó en convertirme en alguien que dejara un legado, como esos hombres y mujeres.
En El Salvador hay un líder indiscutible que entusiasma, que enseña cómo seguir una ruta quebrando los manuales de vieja guardia. Un líder que muestra valentía, que se esfuerza por conseguir sus objetivos sin importar la inmensidad de los obstáculos que se le presentan.
A lo largo de los años he comprendido que el éxito personal, empresarial o gubernamental siempre debe tener como base el liderazgo, una buena comunicación, el esfuerzo y el trabajo en equipo.
Ahora que los zaragocenses han depositado su confianza en mi persona, he comprendido que, además de todo lo anterior, se debe buscar el bien común promoviendo el desarrollo y mejorando las condiciones de vida de los habitantes y sus comunidades. Sin duda alguna, estas acciones son las bases que dan significado al buen gobierno local.
Por ello, desde un inicio, planteamos estratégicamente el municipio con una visión integral, innovadora. Con nuestro concejo municipal nos trazamos el sendero de ser una alcaldía que escucha a sus habitantes y los haga partícipes.
A seis meses de asumir el reto, con propiedad podemos decir que estamos cumpliendo, pues estamos teniendo excelentes resultados, porque hemos dejado atrás la improvisación, la mezquindad y la displicencia de administraciones anteriores.
Estamos accionando, proponiendo, escuchando, con la mirada puesta más allá del planteamiento político del corto y mediano plazo. Estamos dando pasos hacia la anhelada transformación de nuestro municipio.
Cada habitante está siendo testigo de que estamos dejando atrás las décadas en las que Zaragoza estuvo en total abandono bajo las administraciones nefastas que nos sumieron en el retroceso y nos impidieron el progreso.
Ahora nuestro municipio ya no está a oscuras, porque no solo hemos desarrollado un ambicioso plan de iluminación, sino que además estamos cuidando la seguridad de cada zaragocense con un despliegue de cámaras de seguridad ubicadas de forma estratégica.
Con mucho orgullo puedo decirles que el proyecto de iluminación avanza con la instalación de más alumbrado público, con luminarias completas. El proyecto de alumbrado incluye postes, lámparas, cableado y fotoceldas que impactan el aumento en la seguridad de los conductores, pasajeros y peatones que transiten por la zona.
Estamos seguros de que la iluminación de la ciudad contribuye grandemente al tema de la seguridad en el municipio.
También me llena de satisfacción haber iniciado la primera fase de uno de nuestros proyectos insignia: Iluminando el Camino a Surf City, con el que contribuiremos a mejorar la vía de acceso a la costa del departamento de La Libertad.
De igual forma, estamos trabajando en todos los aspectos que nuestra población necesita: educación, becas, infraestructura, agua, cultura, entre otros, a los cuales me referiré posteriormente.
Nuestro trabajo hacia nuestra gente se está viendo porque estamos invirtiendo en el desarrollo que se merece Zaragoza, aprovechando de forma correcta los recursos públicos, que se ven reflejados en obras.
Lo que hemos hecho hasta hoy nos llena de orgullo, pero a su vez nos compromete a seguir dando nuestro mejor esfuerzo para seguir construyendo una comuna mejor, fortaleciendo el diálogo, actuando con respeto y haciendo nuestra la tolerancia para aceptar las críticas constructivas que nos permitan mejorar nuestro trabajo.
Y sí, estoy muy entusiasmado. Y mucho de ese entusiasmo me lo transmite el líder indiscutible que tiene el país: el presidente Nayib Bukele. La gran mayoría de los salvadoreños me entenderá.