El desarrollo de un país, para que sea exitoso, debe ser completo, integral e integrador, sostenible y sistémico. La base es esencialmente el desarrollo humano: educación sólida, técnica y científica, salud especializada, trabajo formal bien remunerado, pleno empleo, búsqueda de la inteligencia emocional, empatía y resiliencia social, vivienda universal con todos los servicios, acceso al crédito y bancarización completa, fomento y edificaciones para el arte y el deporte, fomento a la lectura, seguridad social eficiente, atención desde la primera infancia, fondo de pensiones para todos. Cuando hemos edificado esta base pasamos al siguiente nivel: posibilidades para todos de desarrollo material y espiritual, esto significa que cada habitante tenga las posibilidades para encontrar su felicidad y armonía. Si se alcanza esto, podremos decir que nos encontramos en un camino hacia el crecimiento permanente de la sociedad en su conjunto y en una vía hacia el desarrollo.
Pero ¿cómo llegamos a eso? Primero, incremento en la inversión en infraestructura productiva, bajar al mínimo el déficit fiscal, controlar la inflación, mantener crecimientos sostenidos del PIB arriba del 6 %, programa de fomento para la inversión en productos y servicios de alto valor agregado, inversión en infraestructura productiva y tecnológica, cobertura total de agua potable, energía eléctrica e internet, y vías de acceso funcionales a todas las áreas, plan de fomento al crédito productivo y capacitación al sector de la pequeña y mediana empresa, pasar a una agroindustria de exportación a través del desarrollo de marcas, fomento e incentivo a la inversión extranjera, campaña mundial para el incremento del turismo de mayor valor agregado, vivienda para todos como un eje central para el incremento y logro del pleno empleo, formalización de comerciantes y micro empresarios, agilización en la tramitología aduanal y registral, ley de fomento a proyectos tecnológicos.
El génesis de este programa ya se logró, y es la base de la seguridad, paz y libertad; sin este componente no es factible todo el plan, y es sin lugar a duda el paso más difícil e importante. ¿Qué nos impide crear nuestro proceso? Voluntad férrea y actitud para hacerlo, la apertura a nuevos socios comerciales que quieran contribuir sin condiciones a proporcionarnos su apoyo a través de inversión en tecnología y actividades de mayor valor agregado, a entrenar y capacitar a nuestra joven mano de obra a través de intercambios productivos, en el apoyo de megaproyectos en transporte e infraestructura, en robótica e inteligencia artificial, informática, en comunicaciones satelitales y transporte aéreo, entre algunas opciones. Más y mejores aeropuertos y vías de acceso, autopistas que permitan aumentar la velocidad en el trasporte de mercaderías y personas, volviendo más productivos los procesos empresariales, más y mejores puertos receptores de turistas y mercaderías, trenes turísticos y de mercaderías que permiten la movilización de mayores volúmenes en menor tiempo, la creación de una red de institutos técnicos en las áreas antes mencionadas, donde el inglés u otro idioma sea requisito de graduación. La diversificación de la matriz energética amigable con el medioambiente y de naturaleza renovable, el incremento gradual del salario a nivel general que propicie el consumo interno, el incremento en la inversión y el ahorro que potencialicen el círculo virtuoso que permite crecimientos sostenidos, y para completar la dinámica, una ley para la creación de un centro bancario internacional, y aprovechar que somos la sede del Mercado Regional de Valores. Es necesaria la modernización de la ley de parques industriales y zonas francas y seguir con el buen manejo del servicio de la deuda que nos lleve a una clasificación AAA.
Este proceso de desarrollo tiene que revertir las grandes diferencias existentes que son de carácter histórico estructural. Si elevamos los ingresos, si hacemos crecer el trabajo formal y mejoramos la cobertura en educación de calidad, creamos un efecto que potencializa el crecimiento y comienza a ser más equitativo. Es necesaria la implementación de impuestos progresivos a la renta y al patrimonio y artículos y compras suntuosas, en contraposición eliminar el IVA a la canasta básica, reducir la evasión y elusión fiscal. Es necesario el incentivo a las buenas prácticas de responsabilidad social empresarial, así como programas de subsidios por apoyo al primer empleo y ayudas focalizadas.
Tenemos, como hemos afirmado en ocasiones anteriores, ventajas competitivas inmejorables, y lo que es más importante, estamos en el momento justo de la historia. Nos hemos dado cuenta como salvadoreños de que sí es posible. Este factor subjetivo es el que permite a una sociedad dar ese salto en la historia, el estar convencido de que podemos hacer mejor las cosas, que con solidaridad y buena voluntad lograremos que el total de la población alcance un nivel de vida de desarrollo económico integral.