El pastor general del Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel, Édgar López Bertrand, afirmó que resaltar los resultados de las medidas de seguridad implementadas por el Gobierno del presidente Nayib Bukele «no es estar del lado de un partido».
López Bertrand ha señalado en diferentes prédicas y en algunos espacios de televisión que medidas como el cerco de seguridad en Soyapango, San Salvador, están produciendo buenos resultados.
A raíz de sus declaraciones ha sido señalado por la oposición política como alguien que hace propaganda.
«Destacar estos logros no nos coloca a favor de ningún partido. El cambio en el clima de seguridad ha sido de beneficio para todos. Da gusto ver que la gente vuelve a abrir su tiendita», dijo ayer en el espacio Diálogo con Ernesto López.
El pastor bautista mencionó en dicha entrevista que la estrategia de seguridad del Ejecutivo está devolviendo la tranquilidad a la población y eso es algo que desde la iglesia se reconoce.
Además, desmintió las acusaciones de la oposición que lo señalan como alguien que habla en beneficio del Gobierno.
«El Salvador está cambiando y me siento feliz por ello. La gente se siente más tranquila y segura», remarcó. El líder religioso explicó que si la población salvadoreña percibe los cambios «en su día a día» es porque las medidas funcionan y no se trata de propaganda o de un discurso falso.
Agregó que las iglesias en El Salvador también desempeñan un rol importante, ya que desarrollan trabajo comunitario en el que atienden a jóvenes en situación de riesgo.
«Usted puede pasar 100 años en una iglesia y no convertirse en cristiano, si el hombre cambia su corazón, lo cambia todo», reflexionó.
Afirmó también que desde su congregación religiosa han comprobado los cambios en el área de seguridad pública, ya que en colonias donde se registraba en el pasado altos índices delictivos no podían hacer cultos por el temor a las pandillas.
Este escenario ahora es muy diferente, ya que pueden colaborar con los proyectos gubernamentales o de los alcaldes en cada municipio, sin el temor a sufrir violencia.