El ministerio detalló que los sospechosos eran «tres ciudadanos de origen sirio y libanés (…) Uno de ellos portaba pasaportes de Venezuela y Colombia a su nombre».
«Estábamos muy atentos en estos días por los Juegos Macabeos», dijo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en referencia al evento deportivo panamericano que reúne a cerca de 4.000 atletas judíos hasta el 4 de enero en Buenos Aires.
Bullrich señaló que había obtenido información de inteligencia de Estados Unidos y de Israel, sumada a la Gendarmería local formada en antiterrorismo por parte de sus pares de Colombia, según la cual tres personas ingresarían al país por distintos aeropuertos.
Finalmente, uno de ellos fue arrestado en un aeropuerto, el otro en Buenos Aires y el tercero en Avellaneda, en la periferia de la ciudad.
«Veremos si efectivamente es una célula que venía a la Argentina o si tiene otra connotación», señaló.
Una pasado de atentados
Argentina, sede de la mayor comunidad judía de América Latina, y su actual presidente, el ultraliberal Javier Milei, se ha acercado desde hace unos años a esta comunidad a pesar de pertenecer a una familia católica.
A fines de noviembre, luego de su triunfo en el balotaje presidencial, visitó en Nueva York «El Ohel», un sitio sagrado donde descansan los restos del último gran líder de Lubavitch, el rabino Menachem Mendl Schneerson.
Argentina ha sido en el pasado objeto de dos graves atentados contra la comunidad judía.
En 1992, la embajada israelí sufrió un atentado con bomba que causó 29 muertos y 200 heridos.
Dos años después, otro atentado, contra la Amia (Asociación Mutual Israelita Argentina), mató a 85 personas e hirió a 300, en lo que fue el peor atentado de la historia del país.
La ministra Bullrich señaló que uno de los motivos que alertó a las autoridades antes de las detenciones el 30 de diciembre fue que los tres sospechosos habían reservado habitación de hotel cerca de la embajada de Israel.
Los tres eran los presuntos destinatarios de un paquete procedente de Yemen, un «paquete de 35 kilos»,según el ministerio, pero sobre el que Bullrich no dio más detalles.