Hace más de dos décadas, inicié mi voluntariado para lograr un país accesible e inclusivo para las personas con discapacidad, con énfasis en las personas sordas.
Por lo anterior, cada vez que llega el último domingo de septiembre, fecha en que se celebra en el mundo el Día Internacional de las Personas Sordas, vienen a mi mente los recuerdos de tantas personas, luchas y proyectos en ese camino hacia la sensibilización y la inclusión. En verdad, el camino no ha sido fácil y aún queda mucho por recorrer.
Hace veintiocho años no existían intérpretes en medios de comunicación ni recuadros en noticieros oficiales, tampoco en catástrofes, desastres naturales o en centros educativos ni universidades. La Lengua de Señas Salvadoreña no era un bien cultural, y ni siquiera podía ser visibilizada como una lengua fuerte y en pleno desarrollo.
Conocí a muchas personas mayores que lucharon por integrar en centros educativos a sus hijos e hijas, pero el sistema educativo no tenía el pleno conocimiento para integrar y menos para hacer una inclusión educativa de las personas sordas. Las personas sordas, que gracias a Dios tenían recursos económicos, eran enviadas por sus familias a estudiar a Estados Unidos, e inclusive a otros países como Guatemala o Costa Rica donde había oportunidades de aprender y estudiar.
En ese entonces, vinieron misioneros para evangelizar a la población sorda y trajeron la Lengua de Señas Americana (ASL), la cual fue tomada por algunas personas para comunicarse, alterando la lengua al inicializar palabras con vocabulario en español. Por ejemplo, los días de la semana los signaban colocando una «l» en lugar de «M» de monday en inglés. Lo mismo hicieron con los meses del año, los colores, por citar ejemplos. Otra corriente era tener sordos oralizados.
Las iglesias no eran inclusivas y si querías que tu hijo o hija recibiera la palabra de Dios debías ir solamente a la iglesia San Antonio de Padua y los Testigos de Jehová. Luego, con los misioneros en la Iglesia Bautista Miramonte, parroquia Inmaculada Concepción, parroquia Monseñor Óscar Arnulfo Romero, el Tabernáculo Bíblico Bautista y la Iglesia Elim se desarrollaron proyectos de evangelización de personas sordas. Algunos de estos proyectos continúan y hay otros que van creciendo poco a poco en otras iglesias protestantes. Todos requieren ajustes y accesibilidad al contenido de las lecturas bíblicas.
Con lo anterior, surgió la traducción bíblica en la Iglesia Bautista Miramonte y el desarrollo de la Lengua de Señas Salvadoreña en el área cristiana donde hay acuerdos y desacuerdos entre católicos y protestantes pero, según entiendo, buscan tomar decisiones para la validación de dichas señas religiosas salvadoreñas.
En el campo académico Fundación Manos Mágicas, organización que fundé en el año 2003, investigó la Lengua de Señas Salvadoreña (LESSA) y creó registro de videos de señas usadas por jóvenes estudiantes de bachillerato y universidades. Lo cual puede ser usado como un valioso instrumento para continuar su estudio lingüístico y validación por toda la comunidad.
La Asociación Salvadoreña de Sordos ha realizado en el transcurso del tiempo un Diccionario Básico de Lengua de Señas Salvadoreña, capacitaciones a docentes de personas sordas y algún material de apoyo básico para aprender LESSA.
Las personas sordas que son docentes, en general, se han dedicado a capacitar a familiares de niños y niñas con sordera o público en Lengua de Señas Salvadoreña y luchan todos los días para lograr que se entienda la importancia sociolingüística, antropológica y cultural de que sean personas docentes sordas, quienes enseñen la Lengua de Señas Salvadoreña y no las oyentes. Ellas destacan que las personas oyentes a quienes capacitan como intérpretes de LESSA sólo deben trabajar prestando sus servicios de interpretación de esta lengua, pues no están acreditadas ni facultadas por la comunidad sorda para enseñar su Lengua de Señas Salvadoreña.
Fundación Manos Mágicas ha trabajado con su voluntariado para sensibilizar y poder incluir a personas sordas en puestos laborales, colegios, universidades y, gracias a su apoyo, se han logrado reformar algunas leyes a favor de las personas sordas y, por supuesto, declarar bien cultural la Lengua de Señas Salvadoreña. Se hicieron muchas cartas y visitas a funcionarios públicos para alcanzar tener intérpretes gratuitos en la Universidad de El Salvador, se han impartido muchas charlas y realizado visitas a empresas y fábricas para lograr que las personas sordas fueran contratadas, también se redactaron informes e ideas para la inclusión de las personas sordas.
Uno de los proyectos virtuales que se destaca por la enseñanza de la Lengua de Señas Salvadoreña es LESSA Virtual, el cual abarca todo el territorio gracias a la tecnología digital.
Si comparamos dónde estamos con lo que había hace veintiocho años, vemos el avance que hemos logrado las familias de personas sordas. Hoy tenemos muchas personas profesionales que son sordas y, gracias a Dios, hay mayor interés de las autoridades, empresas, fábricas y centros educativos para aprender la Lengua de Señas Salvadoreña.
En todo este tiempo, en lo personal, he tocado muchas puertas en todos los medios de comunicación. Escribí sobre estos temas en internet, revistas y periódicos e hice dos libros sobre la sordera. Hace algunos días tuve a bien entregar varios proyectos de ley a la señorita vicepresidenta de la Asamblea Legislativa, licenciada Suecy Callejas, con la finalidad de continuar creando y reformando leyes que incluyan el verdadero desarrollo integral de las personas sordas, una educación accesible e inclusiva y la normatividad de la Lengua de Señas Salvadoreña para lograr su pleno desarrollo. Y tengo fe en Dios que podrán hacerse en verdad.
También escribo cuentos con valores inclusivos donde destaco y visibilizo el talento de personas universitarias diseñadoras sordas. Realizo, además, otras colecciones de cuentos con diseños para la niñez con baja visión y para la niñez en general.
Cada último domingo de septiembre les invito a unirse a nuestra celebración y les animo a aprender Lengua de Señas Salvadoreña con personas sordas que sean docentes y tener una actitud positiva hacia este colectivo. Solo así se avanzará en el camino para lograr una verdadera accesibilidad e inclusión de las personas sordas en El Salvador.
¡Felicidades y mi aprecio a todas las personas sordas y a sus familias!
DePoesía
«Una vez»
Por María de los Reyes Castro

Voy a escribirte una sola vez,
como si hubieras existido,
y una noche hubiéramos chocado nuestros cuerpos
tan fuerte que no se escuchara la lluvia,
ni los truenos, ni los ayes.
Voy a escribirte una vez
como el recuerdo que nunca tuve,
como la mano que calentó mis piernas
y se hundió en mi cuerpo
con tal deseo que estalló el Universo.
Voy a escribirte una vez
porque no hay tormenta que me calme
que me haga entender qué nos pasó
porqué te vi
porqué me viste
porqué sentí un rayó recorriéndome
con solo topar nuestras manos.
Voy a escribirte
porque serás el más fulminante recuerdo de una vez,
de una noche que imaginé,
busqué y no fue
no existió
no nació
no murió
solo fue.
Voy a escribirte una tan sola vez
porque el color de tu piel me abatió hasta el delirio,
hasta el desvelo.
Voy a escribirte una tan sola vez
para que no me acuse la historia
ni el olvido, ni el después
de no haber visto tu cuerpo moreno
tus piernas firmes,
tus brazos fuertes buscando mi cuerpo,
tu lengua suave y tierna,
tu boca,
boquita y bonita,
tan pequeña que me abrió el Universo por en medio de una aguja,
moreno hermoso.
Voy a escribirte una tan sola vez
para que el polvo,
el viento,
la lluvia
y el fuego no me arrebate de aquella noche que no fue,
que busqué
y en la que mojé todo mi ser.
Una vez serán tuyas estas líneas,
y la carne,
el fuego y el deseo de estallar en una noche,
de bailar lento,
de hacer magia mientras mi mano recorría tu rostro.
Una tan sola vez
para que el hambre
y la carroña no se lleven esos minutos
en los que en medio de mis piernas te abrí el mundo,
el paraíso del silencio,
de la gloria y el deseo.
Una sola vez, moreno hermoso,
para que seamos cuento,
leyenda
o el sueño más dulce que no tuvimos jamás.
«Hoy te recuerdo»
Por Karla Velásquez de Urbina

Estoy en mi lugar secreto,
puedo escribirte así sin prisas,
viviéndote y pensándote.
Revivo el primer café
que disfruté a tu lado,
el estupendo atardecer
que ese día nos regalaron.
Tu sencillez y espontaneidad.
Me cautivaban tus locas ocurrencias,
me hacían reír como jamás nadie lo ha logrado.
Tu presencia perfumaba mi vivir,
pero sin duda no eras para mí.
Hoy sentada en mi ventana del alma,
te asomas sonriente y tomas mi mano,
esa cálida mano que te esperará por siempre…
Y es hoy, el momento, donde el tiempo se detiene, donde no hay espacios ni distancias
y nuestras almas se renuevan
y tu vida sencillamente se vuelve mía.
«Silencios»

Cae la tarde y todo se torna
con esos colores mágicos
que roban el aliento.
Pero busco en mi interior
y no logro escuchar tu sonrisa,
ni siquiera las palabras
que te gustaban susurrar al final del día.
Mi silencio hoy es tuyo,
mi alma grita y tú no la escuchas.
No entiendo qué pasó,
cómo todo se perdió.
Callaré mi mente
para escuchar con total claridad
lo que está gritando mi corazón,
tal vez hoy lo pueda escuchar.
Yo soy tu silencio
y tú eres mi grito interior.