Se registró una disminución de 800.000 toneladas de soya en comparación con la campaña anterior en Bolivia, debido a la peor sequía en los últimos 30 años acaecida en regiones productoras de soya, informó este martes la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).
El presidente de Anapo, Fernando Romero, levantó la voz de alarma al reportar una afectación económica estimada en 300 millones de dólares para toda la cadena de valor asociada al cultivo de la soya.
Durante una conferencia de prensa en el departamento boliviano de Santa Cruz (este), destacó que esta situación ha golpeado especialmente a las principales zonas productivas de Santa Cruz, como Pailón, Cuatro Cañadas, San Julián y San José de Chiquitos, que concentran más del 55 por ciento de la superficie cultivada de soya en el país.
«La situación que atravesamos trágicamente en la actualidad pone en peligro la sostenibilidad de toda la agricultura en nuestra región», enfatizó Romero.
Los efectos de esta sequía van más allá de las pérdidas económicas, calculó el productor, quien dijo que esta crisis también compromete la seguridad alimentaria futura del país, ya que afecta a la cadena de producción de alimentos estratégicos como trigo, maíz, sorgo y girasol.
Para enfrentar la crisis, Anapo propuso la reprogramación de créditos bancarios para los productores afectados, la creación de un fondo de reactivación para aliviar la carga financiera de los productores y la aprobación de eventos transgénicos, como la soya HB4 tolerante a sequía, que podría mitigar los efectos de futuras sequías.