El Plan Control Territorial volvió a demostrar su efectividad el lunes. Un patrullaje de la Fuerza de Tarea Naval Tridente permitió interceptar dos semisumergibles cargados con más de 4 toneladas de cocaína, a casi 800 kilómetros de las costas salvadoreñas.
Se trata de la mayor incautación de drogas del Plan Control Territorial y una de las más grandes en la historia nacional. La droga provenía de Sudamérica, y los militares pusieron bajo custodia a cinco colombianos y dos ecuatorianos que formaban las tripulaciones de las embarcaciones.
Los 4,156 kilos de coca decomisados durante el operativo tienen un valor aproximado de $103.9 millones en Estados Unidos, el mayor mercado de drogas y el destino del cargamento. Los semisumergibles son conocidos como buques de perfil bajo o LPV (por las siglas en inglés de Low Profile Vessel) y son utilizados por los carteles para transportar su mercadería ilegal a través de aguas internacionales o muy alejadas de las costas para evadir los patrullajes y los controles.
El anterior mayor decomiso durante la puesta en marcha del Plan Control Territorial fue de 2.7 toneladas, valoradas en $67.5 millones, siempre en altamar.
La Fuerza Naval ha contribuido fuertemente para que este año se superaran los $165.7 millones incautados en cocaína del año pasado. Con este nuevo decomiso, la cantidad en la que está valuada la droga es de $269 millones.
El ejercicio de la soberanía nacional mediante los patrullajes por el territorio (terrestre, aéreo y marítimo) y los controles en las fronteras permite a las autoridades impedir que se lleven a cabo delitos. Durante los primeros meses del Gobierno del presidente Nayib Bukele, «las fuerzas de oposición», alrededor de la alianza ARENA-FMLN, bloquearon que las fuerzas de seguridad (policías y militares) tuvieran los fondos y los recursos técnicos para enfrentar la delincuencia. Se opusieron de forma sistemática al Plan Control Territorial y de esa manera protegieron a los delincuentes.
Sin embargo, a pesar del bloqueo, los planes de seguridad se implementaron y fue necesario reestructurar programas y reorientar fondos para cumplir con el objetivo. Una vez que el pueblo salvadoreño habló en las urnas y ratificó su desprecio por ARENA-FMLN, los obstáculos en la Asamblea Legislativa quedaron subsanados.
Con el Plan Control Territorial estamos mejor, con la reducción sostenible de los homicidios y de otros delitos, con los golpes contundentes al narcotráfico internacional, manteniendo el orden y la disciplina en las cárceles y persiguiendo a aquellos que hicieron de la tregua de pandillas su modo de operar y de obtener respaldos políticos.