TOMO III – PARTE I
La conmemoración de los 200 años de la independencia de El Salvador representa un buen ejercicio histórico y cultural para hacer un repaso a los edificios ocupados por el poder, lo que evocaron, lo que representaron, lo que emanaron y albergaron entre sus paredes. Momentos históricos en los que las decisiones tomadas fueron trascendentales para trazar el rumbo de una nación. Los edificios han sido considerados referentes de democracia y de grandes acuerdos; también fueron escenario de acalorados debates. Con el correr de los años, de algunas estructuras se conservan solo reminiscencias patrimoniales. Son elementos tangibles de una identidad nacional.
CASA BLANCA
Se ubicaba donde un día estuvo el excine Libertad. Fue el primer edificio que resguardaría el poder emanado del Órgano Ejecutivo, la primera Casa Presidencial.
En los primeros años de la república, los mandatarios salvadoreños no tenían una residencia o despacho fijo, por lo que sus propias casas funcionaban como sedes presidenciales.
En 1877, el presidente Rafael Zaldívar construyó el edificio conocido como Casa Blanca, en el predio adonde se encontraba la residencia de los hermanos Aguilar.
El espacio constaba de cuatro niveles, con estructura de madera y lámina. Funcionó como el Palacio del Ejecutivo hasta la administración de Francisco Menéndez (1885-1889). La Casa Blanca acabó destruida por un incendio en 1918, cuando era ocupada por la Dirección General de Correos.
EL CABILDO DE CIUDAD VIEJA
Reconocido como el primer centro de poder que existió en el territorio nacional, el cabildo de Ciudad Vieja se encontraba donde hoy es el municipio de Suchitoto, en el departamento de Cuscatlán.
Era un edificio construido en el asentamiento español que dio origen a la villa de San Salvador.
A partir de 1528, el poblado se convirtió en sede de los poderes de la Alcaldía Mayor de San Salvador, por lo que la existencia de un cabildo era fundamental para la administración de actividades judiciales, administrativas, económicas y militares. Después del traslado de la villa, aproximadamente en 1545, para asentarse en el territorio donde se encuentra actualmente la ciudad de San Salvador, el edificio que yacía a un costado de la Plaza Mayor dejó de funcionar.
Hasta la fecha, en el sitio histórico de Ciudad Vieja es posible apreciar los cimientos del edificio que albergó el poder por primera vez en el territorio salvadoreño.
EL DESPACHO DEL INTENDENTE
Tras el nombramiento de ciudad a la villa de San Salvador, en 1546, un nuevo lugar sería el centro de poder.
En lo que hoy se conoce como la Plaza de los Relojeros, ubicada en la 6.ª avenida sur y la 6.ª calle oriente, al sur del Centro Histórico de San Salvador, se fundó un cabildo que por más de 200 años albergó el despacho del alcalde mayor, así como a otras autoridades de la corona, como al alcalde de primer voto, al alcalde de segundo voto, al alcalde de la Santa Hermandad, al síndico y al alférez real. Para 1785, por real cédula y bajo mandato del rey Carlos III, San Salvador dejaría de ser una alcaldía mayor para convertirse en intendencia, por lo que el cabildo pasaría a ser el despacho del intendente asignado, el barón de Carondelet, un personaje franco-hispano que fungió desde 1789 hasta 1791. Carondelet, motivado por introducir el urbanismo a San Salvador, remodeló el edificio en 1789, pero en 1854 el edificio sufrió graves daños tras un terremoto. Finalmente fue derribado por otro terremoto en 1873.
IGLESIA PARROQUIAL
Aparte del poder realengo, existía el poder de la Iglesia, que se ejercía con gran autoridad en la toma de decisiones civiles y políticas antes y después de la independencia, incluso llegó a discutir la hegemonía junto con la corona.
Localizada al costado oriente de la Plaza Libertad, en San Salvador, en la iglesia que hoy conocemos como El Rosario se encontraba ubicada la parroquia central de San Salvador, donde también se albergaba la vicaría del arzobispado de Guatemala.
La iglesia parroquial se convirtió en un centro de poder importante dado que, desde ahí, el vicario se encargaba de posicionar su postura sobre los pobladores y las autoridades reales.
CONVENTO SAN FRANCISCO
Sobre la 1. a calle oriente de San Salvador, en el espacio ocupado por el mercado Ex-Cuartel se encontraba el convento de los franciscanos, sede que albergaría el poder de la primera Asamblea Constituyente de lo que más tarde sería El Salvador. En aquel momento, el convento fungió como el primer Salón Azul. En 1824 se reunieron 18 diputados, 15 diputados por la Intendencia de San Salvador y tres diputados por la Alcaldía Mayor de Sonsonate.
Ahí se generó un acta de nacimiento del Estado salvadoreño por medio de una asamblea que decidió unir los territorios de la provincia de San Salvador y de la Alcaldía Mayor de Sonsonate, conocida también como provincia de Sonsonate. En ese mismo lugar, y por parte de la asamblea, se decide crear el Estado Federado de la República de Centroamérica.
PALACIO NACIONAL
Pese a las proyecciones de Gerardo Barrios de construir una sede de Gobierno, quien tuvo el privilegio de dar por inauguradas las obras del Palacio Nacional fue el presidente Francisco Dueñas. Los trabajos se iniciaron el 15 de enero de 1866, bajo la dirección de José Dolores Melara e Ildefonso Marín.
El edificio, hecho prácticamente en su totalidad de madera y láminas, constó de dos pisos, con un frente de 96 varas, dividido en tres cuerpos y dirigido hacia la entonces Plazoleta de Santo Domingo, hoy Plaza Gerardo Barrios.
El Palacio Nacional fue el primer centro de poder oficial que tuvimos como República de El Salvador, y se creó originalmente para albergar los tres órganos del Estado y sus respectivas oficinas dependientes.
Con el tiempo, el edificio se vio limitado en espacio, por lo que cada órgano fue abandonándolo. El último en retirarse fue la Asamblea Legislativa, en la década de 1970.
LA EX CASA PRESIDENCIAL SAN JACINTO
En enero de 1932, bajo el mandato del general Maximiliano Martínez, él y su familia se trasladaron al edificio que ocupaba la Escuela Normal de Varones en el barrio San Jacinto, que popularmente sería conocida como La Casona.
El predio donde está construida fue adquirido por Manuel Enrique Araujo en 1911. Era conocida como Quinta Natalia y fue proyectada para la construcción de la Escuela Normal de Maestros. La obra inició en 1913, bajo la dirección del ingeniero Luis Fleury y el arquitecto italiano Gino L. Zaccagna.
En este edificio de poder histórico también moraron los expresidentes Andrés Ignacio Menéndez, Osmín Aguirre y Salinas y Salvador Castaneda Castro, junto con sus familiares
ACTUAL CASA PRESIDENCIAL
Creada para albergar el lujoso El Salvador Country Club, este hermoso edificio de grandes jardines fue construido por el ingeniero civil y arquitecto salvadoreño Daniel C. Domínguez. El lugar fue inaugurado el 4 de julio de 1926 con una fiesta de gala encabezada por el entonces presidente de la república, Alfonso Quiñónez Molina.
En 1953, la asociación responsable del Country Club dejó expirar el contrato del terreno, por lo que dicha edificación pasó a propiedad del Estado salvadoreño; de esta manera, en años más recientes, el sitio alberga algunas instituciones de Estado, entre las que se incluye el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Actualmente la Casa Presidencial cuenta con un salón de honor, donde se organizan conferencias y recepciones, y donde los mandatarios han entregado las principales condecoraciones del país. También alberga el salón diplomático y el salón de los ministros. En su interior se encuentra el despacho presidencial, el despacho para la vicepresidencia y distintas secretarías de Gobierno.