Existe frustración, pero también los líderes inmigrantes en Estados Unidos están conscientes de que el discurso del Estado de la Unión del presidente Joe Biden el martes pasado jugó un momento crucial en un año electoral, en el que prefirió «conectar, motivar y persuadir a los votantes» con el conflicto entre Rusia y Ucrania, que abordar sus propios problemas domésticos, como el tema migratorio, que ha quedado como un gran agujero sin resolver y con el que activistas latinos denuncian un trato desigual al comparar con inmigrantes blancos y que hablan inglés.
El director ejecutivo de Alianza Américas, Óscar Chacón, opinó que el demócrata prefirió irse por el camino seguro y apostar a los «cálculos prácticos», es decir, dos factores emotivos que tienden a movilizar la opinión pública a favor de un presidente, en este caso con el operativo militar de Rusia en Ucrania, que aunque no afectan directamente a Estados Unidos, sí le permite moldear la realidad con la defensa y seguridad nacional; y el otro fue el rubro económico por la actual inflación en el país, una de las peores en más de 40 años, en el que destacó el apoyo de los paquetes a las familias afectadas por la COVID-19.
«Fue un discurso orientado a conectar y motivar con los votantes de su partido y a persuadir a los que están con duda, especialmente cuando están en riesgo de perder escaños en las próximas elecciones», dijo a «Diario El Salvador».
Sobre migración su intervención fue casi nula, aún cuando bajo su presidencia las detenciones en la frontera subieron más del 50 %, y para Chacón no significó más que una «versión ligera de lo que el expresidente Trump hizo» al mencionar el control de la frontera con el despliegue de agente de la Patrulla Fronteriza y el uso de tecnología. Además, el presidente se desvinculó de cualquier cambio positivo para el tema migratorio, porque solo pidió nuevamente al Congreso que se aprobara, algo que prácticamente ya no pasará, agregó. «Él (Biden) expresó preocupación por una reforma migratoria, pero eso no nos resuelve nada», insistió.
El líder también siente indignación por el contraste entre la atención que Estados Unidos otorga a las familias de refugiados de Ucrania versus los migrantes centroamericanos, que, aunque reconoce que el actual conflicto se merece todo el mérito, el trato humano es evidentemente desigual.
A solo dos días después del discurso, el secretario del Departamento de Seguridad Interna (DHS, siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, anunció que concederán un Estatus de Protección Temporal (TPS) a los ucranianos que hayan llegado a Estados Unidos a partir del 1º de marzo; una noticia que celebran los líderes inmigrantes, pero que cuando se trata de familias centroamericanas es un lío, argumentó Chacón.
Las imágenes donde la administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Samantha Power, sirvió alimentos a ucranianos refugiados es un claro ejemplo de trato diferenciado, dijo Chacón. «Nunca vimos a Samantha Power sirviendo comida a los centroamericanos o de otras nacionalidades que tienen atrapados en la frontera de México y Estados Unidos», señaló.
«Son necesidades de carácter humanitario que no podemos negar que nos preocupan, ese contraste de cómo se trata a las personas que salen huyendo de un conflicto en Europa, contrario a cómo se trata a personas huyen de países centroamericanos. Lucen diferentes, ellos son blancos y nuestra gente no habla inglés ni son blancos», apuntó.
Estadísticas recolectadas por la organización Transactional Records Access Clearinghouse, conocida como TRAC, de la Universidad de Syracuse indican que hasta octubre de 2021 se registraron 22,129 inmigrantes detenidos en centros del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, siglas en inglés), significa un 56 % más desde que Biden asumió su cargo. En general, el 75 % de los detenidos en ICE no tienen antecedentes penales, explican.
ICE clasifica a una persona como delincuente incluso si el delito es llevar a un perro sin correa, enfatiza el análisis de TRAC.
Por su parte, la organización de defensa de los trabajadores inmigrantes CASA compartió que tanto ICE como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, siglas en inglés) perfilan a las personas en referencia a su apariencia, idioma y dónde trabajan.
Sacrifica a migrantes por no perder votos
El director del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), Abel Núñez, confirmó que lo que quedó realmente claro el martes es que para la Administración el tema migratorio ya no es importante, «no está poniendo el peso, principalmente porque bajó su popularidad y están en riesgo de perder una de las dos Cámaras en noviembre», manifestó. Para Núñez, si Biden desearía efectuar un cambio, trasladaría a los jueces de migración bajo la rama judicial y no concedería el cargo a empleados del Departamento de Justicia, quienes realmente no son jueces con jurisdicción de las Cortes.