La enfermedad renal crónica (ERC) es un padecimiento degenerativo del riñón y su función que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene dos factores de riesgo principales: la hipertensión arterial y la diabetes; sin embargo, puede tener otras causas como riñones poliquísticos, cáncer de riñón, consumo excesivo de analgésicos, entre otros.
De acuerdo con la OMS, el 10 % de la población mundial sufre alguna enfermedad renal crónica; en el caso de El Salvador se registra que el 12 % de la población tiene alguna afectación renal, según explicó el doctor Jaime Chacón, nefrólogo y coordinador del Programa de Diálisis Peritoneal del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), basado en la Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas Trasmisibles del Ministerio de Salud.
«Según el último dato fidedigno que tenemos que es el de la Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas Trasmisibles del Ministerio de Salud, el 12 % de la población en El Salvador, tanto hombres como mujeres tiene algún grado de enfermedad renal crónica», indicó el doctor Chacón.
La OPS/OMS afirma que, dependiendo de la causa subyacente, algunos tipos de enfermedad de los riñones pueden ser tratados; no obstante, la enfermedad renal crónica no tiene cura, pero en general, el tratamiento consiste en medidas para ayudar a controlar los síntomas, reducir las complicaciones y retrasar la progresión de la enfermedad.
Actualmente, el ISSS registra datos de las personas que ya están en el último estadio de la enfermedad y que necesitan una terapia de sustitución, entre los que proporciona hemodiálisis a 1,300 pacientes a escala nacional, diálisis peritoneal a 1,340 y respecto a trasplantes renales se han ejecutado 861 hasta el momento.
El doctor Chacón explicó que la ERC tiene cierta predisposición hereditaria, pero hay factores que hacen que la enfermedad se desarrolle: una baja reserva renal al nacer, la exposición a ciertos tóxicos, malos estilos de vida, consumo de bebidas carbonatadas y alimentos procesados que conllevan al desarrollo obesidad, diabetes e hipertensión, factores principales de la enfermedad.
«Nuestra dieta estaba hecha para estilo de vida mucho más activo, donde las personas se movilizaban desde su hogar caminando, realizaban trabajos físicos todo el día tanto hombres como mujeres. Ahora seguimos con la misma dieta más el añadido de la comida rápida, pero nuestros trabajos son altamente sedentarios, nos desplazamos en vehículo, trabajamos todo el día sentados en la oficina, eso crea una bomba de tiempo que ya nos estalló, en la cual El Salvador está viendo una explosión de personas con enfermedades crónicas», dijo el médico.
Las manifestaciones de la enfermedad suelen ser nulas o pocas veces aparecen síntomas que indiquen el desarrollo de esta, pero con el tiempo, los riñones pierden la capacidad de filtrar bien los desechos y eliminar el líquido de la sangre.
«El riñón normalmente funciona en un número de 100 que es la cantidad de sangre que está limpiando por minuto, 100 mililitros por minuto. A medida que esta va disminuyendo y llega a 60, no tenemos ninguna alteración. De 60 a 40 puede haber un poco de fatiga, puede haber alteraciones en la orina, se empiezan a hinchar los pies. Cuando baja de 40, empiezan los síntomas fuertes, la persona puede sentirse fatigada, presenta anemia, alteraciones del apetito, son síntomas bien inespecíficos, la única manera de detectarlo es que se hagan exámenes», explicó el doctor Chacón.
Entre las recomendaciones para prevenirla está modificar los hábitos de alimentación, un estilo de vida saludable que involucre actividad física, evitar el tabaco, el consumo indiscriminado de analgésicos no recetados, aumentar la ingesta de agua y disminuir el consumo de bebidas carbonatadas y alcohólicas.