En la segunda parte de esta serie del anticristo analizamos cómo se establece un orden mundial para iniciar el gobierno más poderoso e influyente de la historia de la humanidad.
Lo que en la actualidad vivimos, como la pandemia, las guerras, la carestía y el alza del precio de los alimentos a escala mundial, es solo el principio de los dolores, como lo dijo nuestro Señor Jesucristo en Mateo 24, una antesala del aparecimiento del hijo de perdición, el hombre de pecado, como llama la Biblia al anticristo, el personaje más nefasto, malévolo, cruel y despiadado que haya existido sobre la Tierra, donde personajes como Nabucodonosor, Julio César, Nerón y Hitler son caricaturas ante la enorme maldad del anticristo.
Es el hijo de Satanás encarnado, que se presentará ante el mundo como un gran político, con una sabiduría sobrenatural, capaz de resolver todos los problemas que aquejan a la humanidad para ganarse la confianza de las naciones más poderosas, un gran orador y seductor de multitudes, hará prodigios sobrenaturales hasta engañar a los escogidos, y hacer creer que es el verdadero mesías que el pueblo judío ortodoxo de Israel aún espera.
En el libro de Daniel 7:23 es identificado como la cuarta bestia: «La cuarta bestia será un cuarto reino en la Tierra, el cual será diferente a los otros reinos, y a toda la Tierra devorará, trillará y despedazará». Este personaje, engendro de Satanás, en su desenfrenada carrera hacia el poder, asesinará a líderes políticos mundiales; además, desatará una cruel persecución contra los creyentes; sin misericordia, torturará, despojará y matará a los hijos del Señor.
Este personaje se va a apoderar de Europa y del mundo, al inicio de forma pacífica, ofreciendo un paraíso en la Tierra, y todo el mundo le creerá.
El mundo pensará que es un enviado de Dios, pero su fuerza y su persuasión serán por poder satánico.
Daniel 8:24 dice: «Su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia, causará grandes ruinas, prosperará y actuará arbitrariamente y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos».
Este personaje malvado se considerará invencible, su poder militar será indestructible, su ejército será producto de la alianza que hará con todas las potencias del mundo que serán puestas a su servicio.
Se apoderará de lo mejor de Israel, y de todo el petróleo del Oriente Medio de forma astuta y pacífica, pero después emprenderá una guerra mundial como jamás la ha conocido el mundo.
¿Cuándo será? Ezequiel 38:8 y 38:16 narra que el tiempo de esta guerra será al cabo de los años, y Daniel 11:40, al cabo de los tiempos. En esta gran batalla, conocida como el Armagedón, se unirán todas las naciones para destruir y desaparecer del mapa a la nación de Israel, el pueblo santo de Dios.
El mundo no tiene ni la menor idea de la magnitud de ese imperio del mal, de lo que se llamará nuevo orden mundial, que es el nombre político y diplomático que se le ha dado, pero que la Biblia lo llama bestia espantosa y terrible.
Así como Dios envió a su hijo a morir por nosotros, así Satanás enviará a su hijo, el anticristo, a destruir el mundo y a la humanidad.
Lamentablemente, algunos predicadores siguen pensando que Cristo no viene todavía por su iglesia, y siguen predicando la prosperidad y las riquezas del mundo, desviando al mundo cristiano de una realidad espantosa e ineludible, como el advenimiento muy pronto del anticristo, el cual ya está entre nosotros, pero aún no se ha manifestado.
Este imperio de Lucifer en la Tierra será el más perverso en todos sus órdenes, legalizará el aborto, la homosexualidad, la bestialidad, eutanasia, fabricación de virus y muchas cosas más que destruyan a la humanidad; sin embargo, al final de su imperio, cuando el mundo lo adore como un dios por sus grandes prodigios sobrenaturales, juntará a todas las naciones del mundo para destruir a Jerusalén y a todo el pueblo de Israel en la guerra más grande y despiadada que el mundo haya conocido.
Ante este hecho, Israel, al verse perdido, clamará a Jehová para que envíe al mesías. Dios verá desde los cielos al mundo buscando destruir Jerusalén y responderá a la oración de Israel, y en ese preciso instante algo grandioso ocurrirá: el Mesías vendrá para socorrer al pueblo judío.
Apocalipsis 17:14 dice: «Pelearán contra el cordero y los vencerá, porque Él es el señor de señores y rey de reyes».
El único que podrá detener y destruir al anticristo será el Señor Jesucristo en su retorno glorioso.
En segunda de Tesalonicenses 2:8 dice: «Y entonces se manifestará aquel impío a quien el Señor matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida». Jesús ordenará que atrapen el alma del anticristo para lanzarla al lago de fuego y azufre.
Este será el fin del imperio del mal, el cual desde los tiempos de la creación del mundo y de todo el universo se reveló contra Dios, queriendo ser como el Altísimo y ser adorado como Dios, siendo expulsado de la presencia de Dios con sus ángeles rebeldes, que se contaron por millares, lanzados al abismo.
Otros vagabundean en los mundos creados presentándose como extraterrestres, engañando al mundo, engañando a las naciones, influyendo en las mentes de monarcas y poderosos, creando la pobreza extrema, cubriendo de enfermedades al mundo, inventando guerras despiadadas, pandemias y hambrunas, alimentando en los hombres espíritus de egoísmo, de avaricia, de lujuria, de robos, asesinatos, de envidia y de todo lo que pueda caracterizar a este imperio del mal, donde sus días ya están contados y su fin viene pronto