En el artículo anterior sobre el anticristo, mencionamos que su surgimiento solo será posible después del arrebatamiento de la Iglesia. En este análisis nos enfocaremos en cómo se presentará y cuál será el sistema de gobierno que lo va a impulsar.
Estamos claros en que este personaje será un prominente líder, por lo cual necesitará un nuevo orden mundial para gobernar. Será el gobernante más nefasto que la historia de la humanidad haya conocido, de tal manera que personajes sanguinarios de la historia como Nerón o Hitler, que asesinó a 6 millones de judíos en las cámaras de gas, solo son personajes de caricatura comparados con el grado de maldad que va a desparramar durante su gobierno el anticristo, que va a exterminar a todos los que no tengan su marca y nadie podrá comprar o vender si no tiene esa marca, la cual será colocada a cada ser humano como un chip en la frente o en la mano derecha (Apocalipsis 13: 16-18).
Ya han venido hablando de este tema líderes mundiales desde principios del siglo XX, con el fortalecimiento de las Naciones Unidas, la Comunidad Europea y el comienzo de un sistema de globalización en todo el planeta. Ya algunos símbolos que representan ese orden mundial circulan dispersos en algunos lugares, en los murales del aeropuerto de Denver, signos de francmasonería en edificios de la ciudad de Washington, o como el símbolo de los Illuminati con las palabras «novo ordo seclorum» (nuevo orden de los siglos) impreso en los billetes de $1.
Según Jensen y Hsieh, el nuevo orden mundial se caracteriza por ser una visión casi apocalíptica del mundo en términos de maldad. William Domhoff, profesor de psicología, escribió en su libro «there are no conspiracies», que los ricos ya no están interesados en hacer ganancias, sino dedicados a crear un gobierno mundial.
El telepresentador protestante Pat Robertson afirmó en su libro «The New World Order» (1991) que tanto Wall Street como el sistema federal y el grupo Bilderberg organizan la conspiración a fin de establecer un nuevo orden mundial con el apoyo de grupos poderosos económicos, banqueros y miembros de la nobleza.
Algunos grupos en 1960 dedicaron varios ataques a las Naciones Unidas como vehículo para crear un gobierno mundial. No cabe duda de que entramos en un período de caos del «sistema-mundo», que es la condición previa para la formación de un nuevo orden global, el declive hegemónico de Estados Unidos y el ascenso de Asia-Pacífico, el fin de la globalización neoliberal, son procesos que aceleran el advenimiento de un nuevo orden mundial.
El hecho de que las «democracias» europeas hayan copiado las estrategias chinas para abordar la pandemia del coronavirus es una muestra de que el gran país asiático ya es referente y ejemplo en cuanto al control social de la población.
El anticristo aparecerá al final de la historia de Israel y será precisamente en circunstancias complicadas que estará sufriendo el pueblo de Israel. Al principio se mostrará como un líder carismático de origen hebreo, humanista y pacifista, que ofrecerá un paraíso terrenal sin terrorismo ni armas nucleares. Impulsará con gran éxito un programa de paz y seguridad que ha sido diseñado por las potencias mundiales. Este personaje perverso deberá ser judío para ser aceptado como el mesías, rey de Israel, probablemente ya se encuentra en alguna nación europea o en Israel, y será aceptado como mesías por millones de judíos comenzando por los rabinos.
En Ezequiel 21: 25 dice: «Respecto a ti, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día ha llegado el tiempo de la consumación de la maldad». Su efectiva participación en las decisiones trascendentales para hallar la estabilidad mundial lo catapultará vertiginosamente al poder hasta consolidarse como líder emblemático de la política mundial.
En Apocalipsis 13:7 se menciona: «También se le dio autoridad sobre toda tribu, lengua y nación […]» y en Apocalipsis 13:5: «También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias».
En Ezequiel 28:2: «Tu corazón se ensoberbeció y dijiste yo soy un Dios y estoy sentado en el trono de Dios». La sabiduría de este líder político será deslumbrante pero diabólica. Su reino se convertirá en el más poderoso e influyente de la historia. Él no solo recibirá el poder directo de Satanás, sino que también será apoyado y respaldado por gobiernos mundiales que le darán todo el poder, lo cual está representado en el libro del Apocalipsis por 10 cuernos que simbolizan a 10 reyes o gobiernos.
En Apocalipsis 17:2 –14 se lee: «Y los 10 cuernos que has visto son 10 reyes que aún no han recibido reino, pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia, estos tienen un mismo propósito, entregarán su poder y autoridad a la bestia […]».