Cajas de cartón de cereal, de cigarros, semillas de árboles y todo lo que otros consideran inservibles son la materia prima de los accesorios creados por Alejandra Valencia, de 29 años, quien ha logrado elaborar elementos únicos gracias a su creatividad e imaginación.
Aritos, collares, diademas, ganchos, mascarillas, pulseras y carteras de mano son algunos de los artículos que Alejandra crea.
El capital con el cual nació su negocio fue de $25, aunque lo más importante de todo son los donativos, los canjes o los materiales que puede reciclar.
«Trabajo con cueros reciclados que compro en tiendas de calzado. Los desechos de ellos son mi materia prima. Trabajo con diferentes materiales como conchas, que yo misma recojo del mar; semillas que recojo de parques, y algunos inventos que hago como detalles dorados que son de un papel especial que utilizan los artistas para forrar los marcos de cuadros», explicó. Su empresa se llama «Emavella». Nació el 8 de marzo de 2019 y en pocos meses ha logrado exportar sus confecciones.
«Por redes sociales se empezó a exportar a México y Estados Unidos. De igual manera, he estado como invitada en eventos en Virginia [Estados Unidos]. También está un proyecto para exportar a granel a España», afirmó.
Alejandra no solo se dedica a la creación de artículos, sino que también se interesa por ayudar a otras mujeres en sus emprendimientos.
«Actualmente soy una reconocida mentora. Trabajo con diferentes entidades como el Ayuntamiento de Barcelona, Educo, Cidep, La Casa y también con el Instituto Municipal de la Juventud de la alcaldía de San Salvador como marca ejemplar; imparto talleres y diplomados de procesos de formación empresarial a emprendedores de todo el país», manifestó.
Acciones solidarias
Cuando Alejandra visitó un orfanato de niños con VIH, se encontró con una pequeña a la que le regaló una muñeca. La niña, al ver el gesto, le preguntó: «¿Así se siente tener una familia?».
Esas palabras la marcaron; a partir de ese momento decidió enfocar sus esfuerzos en ayudar a quienes más lo necesitaban. Con su emprendimiento en marcha decidió que parte de los fondos obtenidos serían para los niños. Inició con los menores de edad con VIH, luego con instituciones como orfanatos, hasta llegar al apadrinamiento de comunidades.
«Pude darme cuenta de que muchas veces, nosotros por las comodidades que tenemos o el contexto en que vivimos, no nos damos cuenta cómo otros están en situaciones de sufrimiento y soledad. Niños que no saben qué es el amor de un hogar», relató.
Víveres, ropa, piñatas, payasos, de todo lleva Alejandra hasta los hogares de los menores o a las comunidades.
«Compramos colchonetas y alimentos. Vamos de casa en casa entregando […] El hecho de que nos abran las puertas de su casa o que nos den la gracias nos satisface», admitió.
Alejandra aseguró que, luego de crear su empresa y decidir que tendría una finalidad social, junto con su esposo buscaron el nombre más adecuado. Fue así que ambos decidieron jugar con el nombre de ella para darle vida a Emavella.
«Mi nombre es Melissa Alejandra Valencia de Quintanilla y creamos Emavella. Al final, Emavella soy yo, Emavella es mi nombre».
Algunos premios para Emavella
Octubre 2019 Reconocimiento por parte de Conamype dentro del programa Mujer y Negocios, como emprendimiento destacado.
Octubre 2019. Nombramiento como artesana nacional, donde logró pertenecer a la junta de artesanos nacionales.
Noviembre 2019. Reconocimiento por emprendedora destacada, dentro del programa El Salvador más Orgulloso que Nunca.
Marzo 2020. Reconocimiento especial como mentora empresarial destacada por parte de Conamype, en el cual fue seleccionada para representar a todas las mentoras del país dentro del evento #SoyMentoraES.
Junio 2020. Ganó una de las 25 becas a escala nacional de USAID e Impact Hub, dentro del proyecto Acelera Empresaria.