Cielito Lindo a todo volumen, Chavos del 8, Chapulines Colorados, Chilindrinas, Charros y más. Sí es la mexicanidad en su máximo nivel. Así, con una que otra camiseta azul y con una que otra bandera salvadoreña que aparecía en el tumulto, se llevó la previa del último juego de la octogonal para el combinado cuscatleco ante México, en el estadio Azteca.
El Salvador tuvo presencia, escasa, pero la tuvo. Santos Henríquez es el vicentino que se hizo masivo cuando la pantalla del State Farm, de Arizona, lo enfocó en el juego de cuartos de final contra Catar, en Copa de Oro. El connacional sufrió más de la cuenta junto a algunos de sus familiares en la derrota de la Azul por 4-3.
Ahora, para el juego de la Azul contra México, este miércoles, Santos volvió a la escena en el Azteca. Tomó un avión desde San Francisco , California, para darle el apoyo a la Azul, junto a otros de sus paisanos.
«Me ha parecido excelente lo que ha hecho la selección en el octogonal. Hugo Pérez ha hecho un buen trabajo. Yo pienso que deberían de dejarlo para que pueda dirigir la selección para el próximo proceso eliminatorio. Ahora me toca encabezar a mí el apoyo para la selección en el Azteca y haremos todo lo posible para que nuestra selección no baje los brazos», manifestó Henríquez.
Por su parte, Alvaro y Alexis Aguilar llegaron desde San Miguel para darle el apoyo a la selección salvadoreña en el cierre de la octogonal final de la Concacaf. El primero, sin dudarlo, apostó por un empate de 1-1.
Luego, Alexis indicó que El Salvador tenía para hacerle un buen partido a México. «México va a sacar a todo su equipo, pero El Salvador tiene un equipo para aguantarlo. Me parece que ha sido aceptable el trabajo de la selección en esta octogonal». dijo uno de los hermanos Aguilar.