Un total de 20 comisiones de trabajo analiza cada una de las iniciativas que llegan a la Asamblea Legislativa. Todas ya han completado el proceso de instalación y de elección de los cargos internos, han tomado los primeros acuerdos y han emitido los respectivos dictámenes.
La nueva legislatura asumió las funciones el pasado 1.º de mayo, y desde entonces el trabajo no ha parado. Su primera gran decisión fue la destitución de los magistrados y del fiscal, y el pago de impuestos de los periódicos salvadoreños.
En el seno de cada comisión de trabajo de la Asamblea se decidió enviar al archivo la mayoría de los expedientes que habían quedado en estudio por la legislatura anterior, muchos de estos con iniciativas viejas. Desde siete expedientes hasta más de 200 por cada comisión es la cantidad que pasa a engrosar el archivo institucional. Una cantidad que habla muy mal de los diputados anteriores.
Ahora tendrán que pasar seis meses para que decidan desarchivarlos y volverlos a estudiar; aunque en la práctica, eso será difícil. Dentro de cada expediente iban propuestas de nuevas leyes, reformas a las ya existentes, recomendables, peticiones de indultos y peticiones de audiencia.
Las primeras comisiones en instalarse fueron la de economía y de seguridad pública y combate a la narcoactividad. Además, la de medio ambiente y cambio climático, y la de reformas electorales y constitucionales completaron el proceso el 6 de mayo.
Desde entonces, los expedientes que cada comisión heredó de sus predecesores fueron enviados al archivo institucional de la Asamblea Legislativa. A criterio de los diputados, principalmente de Nuevas Ideas, lo mejor en cada comisión era tener la «mesa limpia» para comenzar a legislar.
El diputado y jefe de fracción de Nuevas Ideas, Christian Guevara, mencionó: «La población nos pidió depurar todo lo malo que dejaron los anteriores diputados. Por eso es que hemos decidido enviar la mayoría de los expedientes al archivo».
De similar opinión fue el diputado cian Jorge Castro quien sostuvo que los reclamos de los diputados de oposición «son críticas infundadas. Dicen que ni siquiera leímos cada expediente. Eso es ilógico; hemos analizado los documentos y por eso es que consideramos que deben pasar al archivo».
En las discusiones de cada comisión, los diputados opositores sostuvieron la idea de que los expedientes se conservaran, aun cuando sus partidos políticos los habían mantenido por muchos años sin tomar decisiones.
Ante esa postura, el diputado de Nuevas Ideas Rodrigo Ayala dijo: «No los entiendo. Nos piden que conservemos 167 expedientes que han pasado años aquí sin ser analizados».
Dentro de la comisión de economía, los diputados del período anterior dejaron sin resolver 167 expedientes, por lo que la actual los envió directamente al archivo.
La diputada del Frente Farabundo Martí (FMLN) Dina Argueta sostuvo en declaraciones a medios de comunicación que era lamentable que expedientes que contenían proyectos de ley, como la ley general del agua, pasaran al archivo; no obstante, durante los 10 años del gobierno del FMLN no hubo propuestas concretas para emitir una normativa jurídica sobre ese tema, y lo más que se avanzó fue en la aprobación de cierta cantidad de artículos de lo que sería la ley, sin poder completarse.
El trabajo legislativo de las comisiones ha continuado en las tres semanas que ya llevan instaladas. Se han emitido los primeros dictámenes que benefician a la población.
Ejemplo de esto fue la aprobación de 11 dictámenes de la comisión de hacienda orientados a financiar las fases dos y tres del Plan Control Territorial, a la primera infancia, y a las micro y pequeñas empresas (Mipymes), entre otros sectores beneficiados.
La bancada de Nuevas Ideas ha reconocido que las exigencias de la población son el punto en el que gira su trabajo legislativo. «Esta legislatura que salió dejó una imagen pésima de la Asamblea.
La gente le perdió la confianza. Entonces es eso lo que debemos recuperar, que la gente vea que se puede hacer política diferente, buena política», remarcó el diputado Christian Guevara. «HAY QUE LIMPIAR LA MESA».
Durante las lecturas de las agendas, el equipo técnico de cada comisión dio a conocer en qué estado se encontraba cada una. En algunos casos, los expedientes datan de 1996, es decir que pasaron 25 años en el congreso sin ser resueltos.
Cada moción de los expedientes había perdido razón de ser, precisamente porque cuando se plantearon la realidad salvadoreña era diferente a la actual. Esa fue una de las razones que los parlamentarios tomaron en cuenta para pasar al archivo cientos de viejos expedientes que provenían de cada comisión.
«Hay peticiones que están desde que se aprobó la dolarización en El Salvador, desde entonces hasta la actualidad el país, el mundo, han cambiado considerablemente. Por eso los expedientes ya no tienen sentido, ya no tienen vigencia», explicó el diputado Rodrigo Ayala, presidente de la comisión de economía.
La apuesta de esta nueva legislatura es aprobar leyes que en verdad lleven beneficios a la población, a aquellos grupos más desfavorecidos.
Además, recuperar la confianza de la población será de mucha importancia a la hora de legislar, ya que permitirá tener un mejor panorama sobre las respuestas a las necesidades de los salvadoreños, que fueron abandonados durante las anteriores legislaturas que se dedicaron a trabajar de forma selectiva.