La actividad apícola es un pilar fundamental en la conservación del medioambiente y en la promoción de la seguridad alimentaria y la prosperidad económica en El Salvador, y como parte de los esfuerzos conjuntos entre los productores de ese rubro en Chalatenango y el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa), se ha impulsado el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles que garantizan que la producción de miel es de alta calidad.
Como parte de ese impulso, Mauricio Márquez, apicultor con siete apiarios distribuidos estratégicamente en los departamentos de Chalatenango, Cuscatlán y San Vicente, ha logrado cosechar en promedio 25 botellas de miel por cada colmena durante esta temporada, indicó el Centa.
La asistencia técnica proporcionada le ha permitido diversificar su producción y ofrecer variedades de miel con sabores únicos, bajo su marca Natural Maximus, incluyendo miel con eucalipto, bálsamo, propóleo y jarabes.

Actualmente el apicultor cuenta con un total de 140 colmenas que empezó a cosechar el 15 de noviembre de 2023 y espera finalizar el próximo mes. Además, dijo que proyecta incrementar la cantidad de colmenas y diversificar la zona con la siembra de árboles florales.
«Con pocas colmenas se logra tener buenas cosechas y se debe al cuido, la ubicación del apiario, alimentación, el manejo y asistencia técnica. Nos hemos tecnificado un poco recibiendo capacitación que ha permitido darles valor agregado a los productos», expresó Márquez.
El apoyo continuo del Centa y del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) ha sido fundamental para el éxito de los apicultores como él. La implementación de prácticas innovadoras como el uso de equipos de extracción de grado alimenticio y el seguimiento técnico en el manejo de apiarios ha garantizado la obtención de una miel de excelente calidad, comercializada a $5 la botella en los agromercados nacionales.
«Es importante darles seguimiento a los apicultores en el manejo de apiarios para obtener colmenas sanas y fuertes y cosechas abundantes. Asimismo, refrescarles los conocimientos y actualizarlos con los nuevos requerimientos que tenemos en la cosecha con los equipos de grado alimenticio», expuso Wilmar Genovés, extensionista del Centa en Quezaltepeque.
Además de promover la rentabilidad económica de la apicultura, esta actividad contribuye a la conservación del medioambiente y al bienestar de las comunidades, ya que se fomenta una agricultura ecoamigable.