Recientemente concluyó el primer ciclo de talleres cinematográficos de Escine y más de 70 jóvenes recibieron clases con instructores de primer nivel. Desde el principio definimos que los primeros talleres debían reforzar y cimentar conocimientos en áreas en las que más necesitamos: guion, dirección de fotografía, dirección de arte, actuación y producción. Así, para ser consistentes, nos propusimos invitar a cineastas con una trayectoria en series o largometrajes en México, Estados Unidos y Europa.
Guion mata carita:
Natasha Ybarra Klor, guionista mexicana de exitosas series como «Rebelde», «Ingobernable», «Las Aparicio», «Oscuro deseo», «Infames». Desde que Thirza la contactó y le pidió que fuera parte de este sueño, Natasha no dudó y se motivó a transmitir sus conocimientos al emergente boom de jóvenes que quieren contar sus historias, pero sobre todo a ayudarles a construir un guion para darle vida a sus historias. Heinz Köbernik, uno de los que recibió el taller y que posee una rica trayectoria en la publicidad y ahora en ficción, lo definió de la mejor manera: «He presenciado el poder transformador del taller de guion, y me emociona ser parte de una clase con tantas nuevas voces y puntos de vista originales». Localmente este taller fue impartido por Maya Salomé, escritora y actriz salvadoreña, graduada del Screenwriter’s, programa de UCLA. El guion y la adaptación de su novela «Adiós, Madrid» fueron seleccionados en el Festival Internacional de Mallorca, y su cortometraje «Vientos de octubre» se estrenó en el mismo festival.
La combinación de Natasha y Maya le dio a este taller un «feeling» inspirador. Así lo dijo Maya: «El acceso a la formación es clave para desarrollarnos, y en eso Escine marca un antes y un después. El taller de guion y todos sus participantes son la evidencia del creciente interés para contar nuestras propias historias y verlas reflejadas en el cine».
En 2017, vino a El Salvador el cineasta Oliver Laxe invitado por el Centro Cultural de España. Diego Gabriel, que participó en esos talleres, fue invitado por Oliver a presenciar la producción «Lo que arde» que se rodó en Galicia, y ganó a mejor fotografía y actriz revelación los Goya en 2019, en los que compitió con el mismísimo Almodóvar; también obtuvo el premio del jurado en Cannes. Pues en esa producción Diego invitó a nuestros talleres a Samuel Lema (dirección de arte) y a Guadalupe Balaguer (productora y directora de producción). Samuel Lema ganó este año el galardón a mejor dirección de arte en los premios de la academia gallega por la película «Jacinto»; y Guadalupe fue nominada este año a mejor dirección de producción en los premios Goya. Ella es parte de la Academia de Cine de España y de la Asociación de Mujeres Cineastas, y produce para Fox, Netflix, TVE y Disney.
A ellos se les unió Lourdes Sandoval, nuestra directora de arte, que ha sido y es la referente en este rubro. Su exquisito gusto y profesionalismo se refleja en toda su obra, ya sea publicidad o cine. Lourdes también está en otro nivel.
A Guadalupe se le unió Marcelo Reyes para dar el taller de producción; Marcelo es graduado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV, Cuba) y se ha desempeñado por mucho tiempo como gestor cultural. Marcelo simplificó esta experiencia: «Ha sido gratificante, donde, además de enseñar, es inspirador compartir con un grupo de estudiantes comprometidos con el sueño de hacer cine».
No sé cuántas veces tuvo Thirza que enamorar a Eduardo Mayén para que fuera el pilar de los talleres de dirección de fotografía. No es para menos, Mayén viene de trabajar con Rodrigo Prieto y con los mejores directores de fotografía de Hollywood; ha trabajado en series nominadas al Emmy; obtuvo el premio de camarógrafo emergente que otorga el Gremio Internacional de Cinematógrafos.
La tarea de tener otro director de fotografía que fuera complemento de Mayén no fue fácil; afortunadamente encontramos a Marcos Fustero. Aunque su apellido suena como a forastero y aunque Marcos es venezolano, lo que menos tiene es ser forastero en nuestra tierra. Marcos es un veneguanaco, cuya trayectoria en publicidad ha dejado huella. Sus estudios incluyen un máster en la Escuela de Cine TAI de Madrid. A este «team» de DP se unió mi compadre Santiago Gutiérrez, que por complicidad creo que es uno de los maestros en el arte de la luz aplicada a la cinematografía.
Por otro lado, igual de importante fue el taller de actuación. El Salvador ha tenido una larga trayectoria en la actuación teatral, pero no así en la actuación para cine. Para contratar a alguien que nos apoyara nos contactamos con Casazul, Escuela de Artes Escénicas de Argos Media Group, que son nuestros socios estratégicos y cofundadores en Escine. Ellos nos recomendaron a Gabriela Cartol, actriz mexicana que ha dirigido y escrito obras de teatro, galardonada en festivales internacionales de cine y nominada en varias ocasiones a los premios Ariel. Los talleres de Gabriela han sido inspiradores para quienes han tenido el privilegio de participar, y para nosotros fue una sorpresa el creciente interés que hay en el país de los jóvenes que quieren ser actores o actrices de cine.
Soy de los que está convencido de que solo la formación de calidad, constante y permanente garantizará que nuestro país se convierta en un centro de producción cinematográfico real. Por eso el anuncio del presidente Nayib Bukele en la inauguración de uno de los CUBO sobre 250 becas para jóvenes con interés en aprender a hacer cine es una gran noticia. Aunado a esto, recientemente productores extranjeros vinieron a ver cómo pueden contribuir a la naciente industria de cine. Esto suma y hay que aprovecharlo. Vivimos el mejor momento, y una vez que tengamos la ley de cine será el broche de oro que tanto hemos esperado.
Mientras en Escine preparamos el próximo festival de cortos con celular y planificamos los siguientes talleres, porque esa es y seguirá siendo nuestra apuesta: la formación.
No dejemos que el cine pase de moda.