El color turquesa volvió a las aguas del lago de Coatepeque, un fenómeno natural que inició el lunes anterior y que ayer ya había cubierto la superficie de uno de los sitios turísticos más importantes del país.
Ubicado al pie del volcán de Santa Ana, este lago ha presentado el fenómeno de cambio de color al menos 10 veces desde 1982, cuando se hizo el primer registro, que se volvió más frecuente desde 2015 hasta 2019.
El año pasado, cuando el país estaba enfrentando la etapa más fuerte de la pandemia por coronavirus, no se observó el color turquesa, pero este año se ha presentado.
Los residentes del sector, incluso comerciantes y propietarios de restaurantes de las riberas del lago, confirmaron ayer que el agua comenzó a cambiar de color el lunes anterior. Ellos consideran que esto es bueno, pues muchos turistas llegan a la zona.
«Ya se puede ver turquesa toda la extensión del lago. Esto atrae más turistas y nos beneficia como comerciantes del sector», dijo la propietaria de una venta de comida en el bajadero La Bendición de Dios, área del municipio de El Congo.
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Según los estudios desarrollados en años anteriores por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y otras instituciones, el color turquesa se debe a la proliferación de cianobacterias que atrapan material particulado que refleja este color.
Estos mismos estudios señalan que el fenómeno permanece de dos a tres semanas.
Los residentes señalan que el año pasado no se observó, y suponen que se debe a que el nivel de turistas y la actividad en el lago disminuyó debido a la cuarentena domiciliaria.
Los comerciantes de la zona esperan este fin de semana mayor afluencia de turistas, ya que el color turquesa de las aguas del lago en años anteriores ha atraído a miles al sitio, compartido entre Santa Ana y El Congo.