La armonía perfecta entre los sabores del vino y los alimentos es una de las pasiones más cultivadas en el mundo gastronómico. Aunque existen pautas generales para maridar vinos con los alimentos, el arte de combinar la bebida es algo subjetivo que se encuentra en constante evolución, ya que lo que se consideraba como una combinación clásica, actualmente puede dar paso a propuestas más atrevidas y experimentales.
Para conocer más sobre el maridaje perfecto y seleccionar el vino que mejor vaya con los platillos de fin de año visitamos Viva Vino donde son expertos en esta bebida. Para ello, consultamos a Mauricio Laínez, el chef del restaurante, quien nos explicó qué tipo vino se convierte en el ideal para las entradas, platos fuertes y postres. Aunque resalta que cada persona puede tener, según su paladar, el vino predilecto e ideal como acompañamiento.

La copa, un elemento importante
Cada vez que se cambie de un vino a otro se debe limpiar el paladar, de esta manera se logra percibir mejor el sabor de los vinos que se estén degustando. Para ello, basta con tomar agua gasificada, esperar un par de minutos y probar el nuevo.
«Hay que hacer el cambio de copa también. Eso es muy importante, cada vez que usted cambie de vino, cambia de copa, porque no es lo mismo una copa para vino rosado, para vino blanco, para tinto, para el espumado. Todas tienen su descripción, cada copa es muy diferente, unas son más gruesas, otras son más altas, otras son más anchas», explica.




Algunos factores claves del maridaje
Intensidad de sabores: Cada vino, así como cada alimento, tiene su propia intensidad de sabor que debe ser equilibrada. Un vino muy potente puede opacar un platillo imponente. Los vinos tintos suelen ser más intensos que los blancos o los rosados. Un platillo con sabores fuertes como un guiso requiere de un vino robusto, en cambio un plato delicado como un pescado necesita de un vino más suave.
Acidez: La acidez corta la grasa y refresca el paladar. Los platos grasos o cremosos se benefician de vinos con buena acidez.
Taninos: que son compuestos químicos naturales que se encuentran en las uvas, los tallos y las pepas de la vid, aportan estructura y astringencia. Las carnes rojas y quesos curados suelen maridar bien con vinos con taninos.

Decantar o no decantar
En algunas ocasiones las personas prefieren decantar el vino, es decir, pasarlo a un recipiente más ancho para que pueda oxigenarse.
«Para decantar un vino tiene que ser un vino muy viejo, aunque la decantación se puede hacer en cualquier vino, pero la recomendación dice que tiene que ser un vino que ya ha tenido sus años y que tiene que respirar para que ahí salgan sus aromas, sus olores y puedan tener la mejor experiencia», manifiesta el chef.
La temperatura ideal
Para el chef de Viva Vino la temperatura ideal debe ser entre los 12 y 15 grados, aunque cada persona puede elegir a qué temperatura degustarlo.
«Cada vino, según la temperatura que lleva, cambia el sabor. Pero son vinos que usted elige y lo degusta según la forma que le sea bien a su paladar, porque hay gente que los pasa mucho más helados de lo normal. Hay que tener cuidado porque los vinos se queman si es muy baja la temperatura», indica.

¿Qué vino regalo?
Viva Vino no solo es un restaurante de vinos, también tiene una amplia cava para elegir el mejor.
«Todos los vinos que tenemos acá no se encuentran en ningún supermercado, son vinos específicamente para nosotros, que la casa distribuidora nos ha dado ese placer de poder tenerlos aquí, para el consumo de cada cliente. Y si el vino no está en nuestra base de datos, pero sabemos que lo podemos conseguir, también lo podemos traer, esa es parte de la experiencia que nosotros ofrecemos como Viva Vino», detalla Mauricio.
En cuanto al vino que se aconseja regalar, el chef asegura que no existe uno en específico.
«Usted tiene que conocer a la persona, si le gusta con cuerpo, suaves, tintos, blancos o rosados. El vino perfecto para regalar no existe, creo que el paladar de esa persona lo hace único. Aunque de manera personal aconsejo que si se desea regalar un vino sea el Norton, aunque el Cabernet Sauvignon se ha convertido en el bastión para regalar, este es un vino con mucho cuerpo y sabor», indica.

TIPOS DE VINOS
Piccini. Un vino prosecco ideal para acompañar los postres como un brigadeiro, unas peras al vino, una panacota de vainilla con frutos rojos o un chocolate.
White Zinfandel. Este puede ser un maridaje perfecto para tapas o algo pequeño porque es suave, fresco y dulce. A primera boca (el primer trago que se toma) no se siente muy pesado. Generalmente es una buena opción para señoritas que están empezando el arte de tomar vino.
Chardonnay. En el área de vinos blancos es un poco más fuerte que los anteriores. Tiene cuerpo, pero no es tan pesado y se puede combinar con ensaladas, pastas, salmones y en opciones navideñas. Junto con el Pinot Noir puede ser la mezcla perfecta para estar platicando con la familia antes de llegar al plato principal.
Malbec o Merlot. Estos dos vinos no están tan arriba de lo amargo o tan abajo de lo dulce. Son ideales para acompañar con cerdo asado, lomo de res al vino tinto o el tradicional pollo y pavo navideño.
Pinot Noir. Es un vino joven con un cuerpo medio, es dulce y es muy justo al paladar. Este vino se recomienda con una tabla de quesos y jamones o con croquetas de manchego. En algunas ocasiones es ideal para un par de platos fuertes.