El domingo, Nuevas Ideas desarrolló sus elecciones internas para que sus militantes escogieran a sus candidatos a cargos populares: presidente y vicepresidente de la república, diputados y alcaldes.
El partido más grande en la historia de El Salvador votó por Nayib Bukele como su candidato para las elecciones del próximo año, validando, a través del voto de sus afiliados, la voluntad expresada por el mandatario de presentarse para competir para un segundo mandato presidencial. Ahora, conforme la sentencia de la Sala de lo Constitucional, se garantiza el derecho ciudadano de postularse para que sea el pueblo el que decida, también a través de las urnas, otorgar un nuevo período presidencial.
No estamos, como retorcidamente quiere hacer creer la oposición, ante el intento de perpetuarse en el poder a través de la fuerza, sino ante el ejercicio democrático de los ciudadanos que votarán en libertad y sin ninguna presión.
Estamos, pues, ante la expresión de la voluntad popular. Es así como funciona en las grandes democracias que tienen contemplada la reelección. Incluso en sistemas políticos parlamentaristas no hay límite para que una misma persona ejerza el poder, como ha sucedido en muchas naciones europeas o asiáticas.
En El Salvador, la oposición al presidente Nayib Bukele no tiene a un candidato que pueda hacerle frente en el campo político. Este fin de semana vimos que, sin pasar por el proceso de elecciones internas, la dirigencia de ARENA presentó «de sorpresa» ante sus bases a Joel Sánchez como el candidato presidencial. Sánchez había sido lanzado como candidato antes por una agrupación conocida como Resistencia Ciudadana, en un afán de presentar una candidatura única contra el presidente Bukele. Sin embargo, después de que ARENA cobijó a Sánchez, la Resistencia Ciudadana abjuró de él.
El exmilitar Luis Parada se ha presentado como candidato en Nuestro Tiempo, partido con un solo diputado en la Asamblea Legislativa y que nació de una escisión de ARENA, instituto del que también procede Parada.
En el FMLN hay un grupo que propugna la idea de la candidatura única, pero ya el exdiputado y exalcalde Manuel Flores se anotó como precandidato presidencial. VAMOS también desarrollará un proceso para escoger a su nominado.
Como puede verse, no hay entre los aspirantes a presidente ninguno que pueda considerarse un serio competidor, por lo que la oposición se dedica a atacar al presidente Bukele, tratando de evitar que sea candidato nuevamente. Pero esa decisión ya la tomó la militancia de Nuevas Ideas. Y tocará al pueblo salvadoreño ratificarla en las urnas.