Cuando se habla de los Reyes Magos siempre se asocia a la parte religiosa, la cual celebra la Epifanía de Jesucristo en el mundo, que va de la mano con un pasaje bíblico donde se guía a los Reyes Magos a través de una estrella para llegar a Belén, y adorar al rey nacido.
Sin embargo, la tradición de partir una rosca cada seis de enero no surge exactamente de esta festividad cristiana, sino, según un estudio de la Universidad Jaume, en España, viene de una actividad pagana que, con el tiempo, como otras formas culturales, fue absorbida por el cristianismo.
Según la historia, su origen nace en el Imperio Romano para festejar las saturnales romanas en honor al Dios Saturno, que coincidía con el solsticio de invierno y que años más tarde coincidió con el nacimiento del niño Jesús. En dichas festividades se creaba una especie de torta redonda que se repartía a personas de clase inferior, como los esclavos y los plebeyos.
Esta torta, aparentemente, estaba hecha de calabaza, miel, higos y dátiles. Dentro de ella se introducía un haba y quien lo encontraba era condecorado con el título de «Rey de reyes» y tenía derecho a un día libre.
La Rosca de Reyes que se conoce actualmente, se popularizó en Europa durante el reinado de Luis XV cuando el monarca invitó a otros nobles a cenar y pidió se le prepara un postre especial con una sorpresa dentro. Posteriormente se acostumbró a comer la rosca durante la «Epifanía del Señor» y se trasladó la costumbre a otros países americanos.
El significado de la rosca
La forma circular representa el amor de Dios, sin un principio ni fin.
Las frutas que adornan el pan representan las joyas traídas por los reyes, y a su vez significan amor, paz y felicidad.
El haba fue cambiada por un muñequito o bebé de plástico que representa al niño Dios.
El niño Dios dentro de la rosca simboliza cuando José y María huyeron a Egipto para esconderlo de Herodes.
Se dice que quien encuentre al niño dentro de la rosca, automáticamente se convierten en madrina o padrino y deberá celebrarlo con una tamaleada el 2 de febrero, Día de la Candelaria.