«Después del desayuno, su santidad empezó a moverse de nuevo, pero pasó la mayor parte de la mañana en un sillón. Esto le permitió leer los diarios y retomar el trabajo», indicó el director del servicio de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en un comunicado emitido a mediodía.
«El equipo médico informa que el cuadro clínico mejora progresivamente y que la evolución del postoperatorio se considera normal», agregó.
El sumo pontífice argentino fue operado el miércoles bajo anestesia general durante tres horas para eliminar unas dolorosas «adherencias» en la pared abdominal, consecuencia de una operación de colon de 2021.
Francisco deberá pasar varios días ingresado en la décima planta del Policlínico Gemelli, conocido como el «hospital de los papas», en la misma habitación que ocupó en numerosas ocasiones Juan Pablo II.
El Vaticano informó que todas sus audiencias fueron anuladas hasta el 18 de junio.
El papa tiene un largo historial clínico y con 21 años sufrió una pleuresía, una afección grave que le supuso la ablación parcial de un pulmón, además de sus problemas de rodilla y de cadera.
El papa argentino tiene problemas de salud recurrentes desde que en 2013 sucedió a Benedicto XVI, que renunció por motivos de salud y murió en diciembre pasado a los 95 años.
En varias ocasiones Francisco ha reducido sus obligaciones debido a su estado de salud, lo que atiza la incertidumbre y las especulaciones.
A finales de marzo, el pontífice fue ingresado en el hospital Gemelli por una infección respiratoria que lo obligó a tomar antibióticos durante tres días.