El Banco Santander publicó la semana pasada un interesante informe en el que destaca el ascenso del turismo en El Salvador. El estudio, denominado «El Salvador, Boom Tourism», destacó que el flujo de visitantes extranjeros al país durante 2024 superó los 3.9 millones, lo que implica un aumento del 22 % interanual y es «casi el doble de los niveles de 2013-2016».
El análisis financiero destaca que el volumen de turistas que El Salvador atrajo es «mucho mayor en relación con los pares regionales (Guatemala, Costa Rica y Panamá). El sector turístico tiene el potencial lógico de un mayor crecimiento de tendencia y flujos de inversión que permitirían una trayectoria gradual de calificación B a BB».
Esto es muy importante porque los casi 4 millones de turistas que el país recibió en 2024 están por arriba de los 3 millones que recibieron en promedio Guatemala, Costa Rica y Panamá. ¡Quién lo hubiera pensado hace 10 años!
En otras palabras, la apuesta que el presidente Nayib Bukele hizo al turismo ha sido efectiva. Porque no ha sido algo desvinculado, sino que está integrado con una estrategia más amplia. Para potenciar el turismo, el Gobierno del presidente Bukele también ha invertido en infraestructura, tanto en carreteras como en distribución de agua y prestación de servicios.
Al mismo tiempo, la iniciativa GastroLab profesionaliza a jóvenes salvadoreños en las artes culinarias, permitiendo ofrecer a los visitantes experiencias gastronómicas de estándares internacionales.
El Plan Económico del presidente Bukele también garantiza alimentación para la población, pero, además, sienta las bases para el desarrollo. La construcción es un sector que despunta, permitiendo aumentar la oferta turística del país. En los últimos años, este rubro económico ha aportado fuertemente al dinamismo de la economía y se espera que así continúe.
Todo ello no habría sido posible si El Salvador todavía estuviera bajo el control de las pandillas. La guerra contra las maras impulsada por el presidente Bukele permitió al Estado recuperar, por medio del Plan Control Territorial, la nación entera.
El Banco Santander lo destaca al señalar la dramática reducción del índice de homicidios, que actualmente está en 1.6 por cada 100,000 habitantes, cuando antes, en las administraciones de ARENA y del FMLN, llegó a sobrepasar los 106 por cada 100,000 habitantes.
Hoy por hoy, El Salvador es el país más seguro del hemisferio occidental. En Latinoamérica es el líder indiscutible. En segundo lugar está Argentina, que con Javier Milei se viene recuperando de altos niveles de inseguridad.