Como una victoria política donde el pueblo hizo lo que decidió, como cambiar a los partidos tradicionales por una nueva fuerza política, así calificó Dagoberto Gutiérrez los resultados de las elecciones del pasado 28 de febrero. Eso hace que en la gente haya ánimo, entusiasmo y alegría, porque derrotó la política y la democracia de la oligarquía, según valoró el analista y académico.
«Para los partidos políticos tradicionales esto es una lógica y aplastante derrota política; significa, al mismo tiempo, una derrota para el régimen político. Es la primera vez que el pueblo lo derrota, pero también fue derrotado todo el aparato ideológico del Estado, como la prensa, radio, la televisión, los articulistas y el bloque de intelectuales», aseguró Gutiérrez.
Ese aparato ideológico del Estado, agregó, fue el que dijo todos los días al pueblo que no votara por Nuevas Ideas. Ese discurso fue derrotado en bloque y se convierte en la derrota más grave para el orden económico y político del país, insistió el analista.
Pero aunque esa victoria contra la democracia de la oligarquía tiene un gran significado, explicó, ahora el pueblo lo que está pidiendo es un orden democrático con salud, trabajo, salarios justos, educación digna, agua, medioambiente sano y otros, «en donde la gente no tenga que ir a endigar a otro país, eso es lo que se les va a exigir a los diputados y alcaldes de Nuevas Ideas, y deben saberlo», dijo.
Después de los resultados de los comicios del 28F y la configuración que se estableció, Nuevas Ideas tendrá que convertir la victoria electoral por una de tipo político, es decir, materializando todo lo que ha ofrecido para cambiar y mejorar las condiciones de vida de la población, explicó Gutiérrez.
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En ese sentido, los nuevos funcionarios legislativos y municipales del partido cian tendrán el desafío de asumir ese reto porque «no tienen otro camino. Así como la gente expulsó a los partidos tradicionales, también los va a medir con lupa a partir del cumplimiento de las expectativas», señaló el académico.
Sobre ese punto, el presidente de la república, Nayib Bukele, ya instruyó a quienes ocuparán cargos públicos de su partido a partir del 1.º de mayo, que tienen la obligación de trabajar para el pueblo.
Dialogar con todos
El presidente Bukele expresó el pasado 21 de marzo que no negociará con «ARENA, el FMLN ni con sus satélites», sino con otros sectores de la sociedad.
Ante ello, Gutiérrez dijo que lo que se ha hecho antes es negociar con los de arriba, como las cúpulas empresariales y los grandes comerciantes, pero ahora se debe hablar con los trabajadores, los sindicatos, pensionados, profesores, médicos y otros.
«Hay que formar grupos de trabajo con gente que sepa escuchar a los que piensan diferente» para lograr desarrollar el país en conjunto, valoró el académico.
De acuerdo con Gutiérrez, desde el momento en que el Gobierno negocie con ARENA y el FMLN, la gente reaccionará pasándole la cuenta al oficialismo.
La postura que asumió Bukele, agregó, tiene la lógica de negociar, «pero con aquellos que nunca se ha negociado, que son los de abajo», explicó.
Para Gutiérrez, solo así se podrán elaborar políticas de desarrollo inteligentes para el beneficio de toda la sociedad.
Gutiérrez afirma que en El Salvador no existe una dictadura
Las críticas que se le han hecho al presidente de la república, Nayib Bukele, sobre su forma de gobernar y lo que ha llevado a que muchos sectores lo consideren como dictador es, para el analista Dagoberto Gutiérrez, algo alejado de la realidad.
«¿Hay dictadura en el país? Claro que hay dictadura, pero ¿de quién es? Es del mercado. Porque el neoliberalismo instaura el poder total del mercado, donde el Estado es un sirviente del mercado y le dice a la gente qué es lo que debe consumir», aseguró.
Gutiérrez explicó que cuando el pueblo muestra el poder, como lo hizo en las elecciones de 2019 y en las del pasado 28 de febrero, para las minorías o para la oligarquía se convierte en dictadura.
Otro de los aspectos que criticó el académico es lo que se ha señaldo: que el Órgano Ejecutivo ocupará al Legislativo para sus intereses sin respetar la independencia de poderes.
«Eso de la independencia de poderes solo existe en la cabeza de los juristas, la misma Constitución establece en el artículo 85 que estos órganos deben colaborar entre sí para el desempeño de sus funciones», indicó.
De esa forma el Ejecutivo necesita de la Asamblea Legislativa y así es en todos los países, afirmó.
De esa manera siempre lo ha hecho la oligarquía para imponer sus intereses, expresó Gutiérrez.
Con la nueva Asamblea Legislativa que asumirá el 1.º de mayo se verá cuáles intereses van a predominar, si los de los de la oligarquía o los de la gente, insistió.
El problema en El Salvador, agregó, es que la democracia solo existe para el poder de este grupo minoritario.
Será importante ver, señaló el analista, de qué forma iniciará a legislar la Asamblea con la bancada mayoritaria de Nuevas Ideas y GANA.