El tren volverá a recorrer El Salvador por medio de una apuesta por implementar sistemas ferroviarios en el país.
Recientemente se dio a conocer el Plan Maestro Regional de Movilidad y Logística, y dentro de su contenido se menciona que El Salvador trabajará por desarrollar sistemas ferroviarios que faciliten el traslado de personas y mercaderías internamente, y que a la vez estén interconectados con el resto de las naciones de la región.
Sobre este aspecto, el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, detalló que el Tren del Pacífico será la nueva apuesta ferroviaria, el cual tendrá un trayecto desde el occidente del país y contará con una inversión de unos $700 millones para implementar todo el sistema.
«Estamos trabajando en la finalización de los diseños [del Tren del Pacífico]. Ya está el primer tramo desde Sonsonate hasta Acajutla. Estamos con el [segundo] tramo desde Acajutla hasta el cantón Sitio del Niño, en Opico. También se trabaja [en el tercer tramo] para llegar a San Salvador», dijo Rodríguez.
La implementación del Tren del Pacífico en la primera etapa contempla una distancia de 103 kilómetros. El proyecto final prevé que se interconecte con el tren de Guatemala y con el Tren Maya, en México, creando un corredor ferroviario que parte desde Canadá y recorre Estados Unidos.
También el Gobierno ha considerado la implementación de un monorriel en el Área Metropolitana de San Salvador, el cual contribuiría a mejorar el tránsito de pasajeros.
En Centroamérica, Honduras, El Salvador y Nicaragua no cuentan con trenes de carga o pasajeros, pero las tres naciones contemplan proyectos para tener un corredor. Por su parte, Costa Rica, Panamá y Guatemala sí tienen estos sistemas.
Con un corredor ferroviario también se harán conexiones marítimas, ya que los trenes estarán cerca de los principales puertos, permitiendo que las mercaderías puedan recorrer el istmo centroamericano.
El plan regional es una proyección a 2035 y contempla una inversión estatal de unos $52,000 millones, repartida entre las naciones centroamericanas. Cada país ha hecho proyecciones sobre las principales obras que planea desarrollar, las cuales se distribuyen entre carreteras, terminales marítimas, aéreas y ferroviarias.
La inversión total que El Salvador prevé ejecutar es de $10,700 millones hasta 2035, que se distribuirá entre 86 proyectos. Con las intervenciones en la infraestructura, el costo promedio para movilizar una tonelada de carga pasará de $0.17 por kilómetro a $0.05, así como una reducción en el tiempo de traslado de 16 km/h a 60 km/h.
Algunas de las obras que se contemplan en el plan ya están en ejecución, como el megaproyecto de Los Chorros.
HISTORIA DEL TREN EN EL PAÍS
La primera locomotora que tuvo El Salvador funcionó en 1882, cuando se trajeron desde Inglaterra, y cuyo primer recorrido era entre Sonsonate y Acajutla, y su tracción era con animales de tiro. Desde entonces, hasta la década de 1980, el tren sirvió como un aliado importante para la evolución del país, ya que las actividades comerciales se fortalecían y se hacía más fácil el traslado de mercaderías.
En 2002, finalmente Ferrocarriles Nacionales de El Salvador (Fenadesal) dejó de operar, y el acorazado de hierro ya no hizo crujir los rieles.
Entre 2007 y 2012 se intentó volver a revitalizar, pero ya no fue una posibilidad, principalmente porque el paso del tiempo había dañado las locomotoras.