La subvariante BA.2 de ómicron es más grave en los niños en comparación con otras variantes que han afectado con anterioridad a la población mundial, aun así, la probabilidad de muerte sigue siendo menor, según un estudio desarrollado en Hong Kong, China.
Aunque estos resultados se consideran preliminares porque provienen de una preimpresión o de un estudio que no ha sido analizado por investigadores externos ni publicado en una revista médica, la doctora Beth Thielen, pediatra especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Minnesota, en Mineápolis, considera que brindan un panorama de la afectación que tendría BA.2 en la población infantil, de acuerdo con declaraciones a CNN.
Por su parte, la doctora Claudia Hoyen, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas del UH Rainbow Babies & Children’s Hospital, en Cleveland, concuerda en que, basándose en los resultados citados, los padres deben estar tranquilos, ya que, en el caso de Estados Unidos, no se ha observado mortalidad alta en menores; pero advierte que se deben tomar precauciones como la vacunación y otras medidas de bioseguridad entre esta población.
«Las probabilidades de que un niño muera por ómicron son muy muy muy muy bajas. No creo que se deba entrar en pánico, ya que lo hemos visto en este estudio», dijo. Añadió: «Aunque todos estamos en medio de un gran suspiro de alivio aquí, al menos en Estados Unidos, no ha terminado. Todavía tenemos grandes grupos de población vulnerable».
La doctora Thielen dijo estar de acuerdo en que los padres de niños pequeños tomen todas las precauciones debidas y que la mejor manera para que las familias protejan a los bebés y niños pequeños es asegurarse de que todos a su alrededor estén al día con sus vacunas, incluidos los refuerzos. Añadió que las inyecciones fueron particularmente beneficiosas para las mujeres embarazadas, porque los anticuerpos de las vacunas protegen tanto a la persona que lleva al niño como al bebé durante un período de tiempo después del nacimiento.
En El Salvador, la vacunación contra la COVID-19 está activa para la población mayor de seis años con las dosis iniciales, mientras para los adolescentes mayores de 12 ya está habilitada la aplicación de la cuarta dosis; es decir que la disponibilidad del biológico que mantiene elevados los anticuerpos de las dosis anteriores permite que la población acceda a una protección óptima para afrontar la llegada de BA.2, la cual aún no ha sido identificada en el continente americano.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, ha enfatizado en la necesidad de que la población reciba las respectivas dosis en tiempo oportuno, de manera que se elimine cualquier afectación.
El titular de Salud ha manifestado que, incluso, está en estudio la efectividad de la cuarta dosis respecto a la disminución del riesgo de transmisión. «El Salvador tiene la facilidad de aplicar la cuarta dosis a la población arriba de los 12 años, con lo cual tenemos las herramientas necesarias para estar lo más protegidos posible. Si usted se aplica la cuarta dosis va a estar con las titulaciones más altas posibles, como lo ha demostrado el estudio publicado en “The New England Journal of Medicine”», señaló Alabi.