El Águila, con Carlos Salazar como gran protagonista: provocó un autogol y anotó un gol en su propia puerta, se llevó un pelado triunfo de 3-1 sobre 11 Deportivo que mostró orden táctico, pero fue chato en ataque. Los goles debieron esperar hasta la etapa de complemento.
Anaranjados y amarillos ofrecieron un primer tiempo bastante descolorido. Por el lado de los anfitriones, sin orden, apostaron por los pelotazos destinados a las incursiones por derecha de Santos Ortiz y por izquierda de Kevin Reyes a la espera que estos entraran directamente o ganaran la línea de fondo para servir centros a Carlos Salazar que actuó como punta de lanza.
Los tanques fronterizos, por su parte, parados bajo un 4-4-2 en el césped del Juan Francisco Barraza, mostraron más idea de juego en el traslado de la pelota, pero no tuvieron las armas suficientes para lograr la profundidad y acarrear problemas a Rafael García que fue un espectador más bajo los tres palos.
De allí que a la bajada del telón los equipos llegaron con el marcador en blanco, y un fallo claro de Ortiz en el 27 Ortiz solo quedó para la anécdota.
En el complemento, con un brillo distinto Águila llegó al gol por intermedio de Luis Rodríguez, al 52’, y después un cabezazo de Salazar pegó en Néstor Renderos y se fue al fondo de la portería para el 2-0. Y al 73’ Salazar volvió a meter la cabeza, pero esta vez para hundirla en su propia cabaña para el 2-1. Al final, 86’, Walter Torres hizo el definitivo 3-1.