Érick Sierra y Évelin Rosales son una pareja de esposos de la colonia Ivu, del municipio de Ahuachapán, que ha emprendido un negocio de pizzas desde la cocina de su hogar.
Fue el deseo de consentir a su hijo lo que los llevó a hacer un experimento de pizzas. Luego lo publicaron para presumir el «invento» y los vecinos les comenzaron a preguntar si vendían dicho producto. Así surgió la iniciativa.

Para mejorar la técnica culinaria, pagaron un curso virtual, brindado por una escuela de Argentina que se dedica a la elaboración de productos a base de harinas.
«Mi esposo es entrenador de fútbol y natación. Yo antes de la pandemia hacía peinados, pero la pandemia nos dejó sin empleo a ambos. Un día, mi hijo nos dijo que quería pizza. Nosotros no teníamos para complacerlo, y él estaba llorando que quería pizza. Mi esposo me dijo: “Hacele una”. Yo no podía, me quedó chiclosa, pero mi hijo se la comió. En una segunda vez ya me salió mejor y la publiqué en un estado [de red social], y la gente me preguntó si vendía. Ahí es cuando surge la idea de venderlas», relató Évelin Rosales.

Érick, por su parte, se describe como una persona muy apasionada por los deportes, especialmente el fútbol, y se declara admirador de Diego Armando Maradona, fallecido recientemente, e incluso su hijo se llama Diego en honor al astro argentino.
Por esa razón, el nombre del negocio es El Toque del 10, haciendo alusión al dorsal de la camiseta de Maradona.
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«Al principio vendíamos desayunos, porque somos deportistas y queríamos compartir nuestra alimentación saludable que llevamos con nuestra nutricionista, pero la necesidad nos llevó a hacer pizzas y poder crear nuestra fuente de empleo», comentó Érick Sierra.

Admite que sus días de rutina han cambiado, especialmente porque el tiempo que le dedican a sus hijos como esposos es menor, pero que se proyectan a tener un restaurante para ser los administradores.
La pareja lleva 10 años de estar junta, tiene dos hijos y considera que el deporte les ha dado mucho, incluso fue lo que los unió.