La próstata es una glándula exclusivamente masculina y tiene varias funciones. Una de las más importantes es la fabricación del líquido prostático que resguarda los espermatozoides, favorece su movilidad y aumenta las posibilidades de fecundar un óvulo, es decir, permite el proceso reproductivo.
La próstata, también, está vinculada a la primera causa de muerte de los hombres, con la presencia de células malignas que provocan cáncer.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el cáncer es la segunda causa principal de muerte en el continente americano. En el 2018, se diagnosticaron unos 3.8 millones de casos y 1.4 millones de personas murieron por este padecimiento.
Los tipos de cáncer diagnosticados con mayor frecuencia en los hombres fueron: de próstata (21.7 %), pulmón (9.5 %) y colorrectal (8.0 %). El cáncer cervicouterino es uno de los tipos más frecuentes en las mujeres.
Chequeo anual
Considerando que el cáncer de próstata es la primera causa de deceso de los hombres, es necesario vigilar la glándula.
De acuerdo con el cirujano urólogo, Juan Francisco Barraza (del Centro Urológico Escalón), las investigaciones médicas han determinado que con la edad la próstata se ve afectada de diversas formas. Por ejemplo, puede cambiar su consistencia y puede aumentar sus tejidos internos (de forma natural o como desencadenante de hábitos personales), por lo que se requiere llevar un control de su evolución. Por supuesto, la detección temprana del cáncer es prioridad.
«El chequeo prostático anal, ¿cuál es el objetivo? Tratar de diagnosticar lo más temprano posible un cáncer de próstata, porque un cáncer de próstata es el más frecuente en el hombre», dijo Barraza.
El cáncer puede tener como origen una posible herencia familiar, la edad, la pertenencia a un grupo étnico, cambios genéticos, entre otros. En la próstata también pueden desarrollarse tumores benignos.
Y si bien el cáncer merece atención, hay otras afecciones a tomar en cuenta, las cuales tienen que ver con la facilidad o dificultad con que se orina, la frecuencia (de día o noche), la sensación de que hay todavía algo retenido en la vejiga, el goteo final, la fuerza del chorro.
Las pruebas
Hay varios exámenes que pueden practicarse para determinar si una próstata está sana o no. El primero y más importante de todos es el chequeo prostático anal, es decir, el que realiza el médico con su dedo.
El procedimiento es sencillo y rápido: el doctor usa guantes y una jalea lubricante. Toca con suavidad y lentitud para que moleste lo menos posible y todo se realiza de 15 a 20 segundos.
«El tacto rectal es indispensable. No lo sustituye nada porque nos da parámetros que no lo dan otros exámenes y el más importante es la consistencia de la próstata. Nosotros sabemos, por el tacto, si la próstata está de consistencia normal o endurecida», dijo el urólogo.
La próstata es blanda, lisa y homogénea. Cuando cambia su consistencia puede ser una señal de alerta.
Científicamente, se ha comprobado que las afecciones prostáticas comienzan desde los 40 años de edad, por lo que se recomienda empezar los chequeos a partir de acá. La sugerencia es un examen anual.
Después de palpar la próstata pueden venir otros exámenes: prueba sanguínea, ultrasonografía (ayuda a determinar con exactitud el tamaño de la próstata), flujometría (disminución de la fuerza y calibre del chorro de orina, entre otros datos). Cada uno da resultados específicos que el médico requiere para un diagnóstico completo.
Los tejidos internos de la próstata aumentan con la edad y, simultáneamente, «van aumentando los problemas», explica Barraza.
Cuando esos tejidos se van agrandando comprimen la uretra y dificultan la micción; cuando crecen demasiado la pueden obstruir por completo. «Ese crecimiento prostático benigno, no cáncer, es natural. Con la edad empieza a crecer ese tejido y, al principio, no causa mayor problema, solo leves problemas para orinar. Es usual que crezca, es parte del envejecimiento. Cuando crece más va obstruyendo la uretra hasta que puede afectarla totalmente», señala el urólogo.
Según lo que detecte el médico, así será el tratamiento a indicar. Incluso, si se descubre que hay cáncer.
Rompiendo barreras
El chequeo prostático anal (que realiza el médico con su dedo) siempre ha sido motivo de risas, burlas, resistencia y negación entre los hombres. Sin embargo, es el más importante a realizar.
El cirujano urólogo Juan Francisco Barraza reconoce que el problema de no practicarlo «es cultural».
«Hacemos exámenes prostáticos todos los días y tenemos más de 50 años de estarlos haciendo […] Nosotros detectamos cuando la consistencia está aumentada y ese parámetro no lo da ningún otro examen», comenta.
Admite que en los últimos 10 años la actitud de los hombres ha cambiado y ya se acercan a los especialistas para practicarse la prueba, lo que interpreta como un rompimiento de la barrera cultural en el país: «Hay gente que, ahorita, tiene más conciencia y debido a las redes sociales se informa más. Mucha gente ya viene a su chequeo, dicen su edad y hablan de un chequeo prostático y eso vence las barreras culturales», añade.
Otras funciones de la próstata
- Valvular. Durante el coito previene el paso de la orina, pero permite pasar el semen. La composición muscular de la próstata es lo que le permite empujar el semen almacenado hacia el exterior durante el orgasmo.
- Protector. Cuida los órganos aledaños contra gérmenes y bacterias del exterior. En conjunto con la longitud de la uretra, la próstata es una de las razones por las que los hombres, en comparación con las mujeres, contraen infecciones urinarias con menor frecuencia.