Movember nació en 2003 cómo una iniciativa de los jóvenes Travis Garone y Luke Slattery, quienes decidieron dejarse crecer el bigote con el propósito de concientizar a la sociedad sobre el cáncer de próstata, el cáncer de testículos y la salud mental en los hombres.
Desde ese año, cada noviembre y en torno a la conmemoración del Día Internacional del Hombre (el 19 de este mes), se hace un llamado a los hombres a poner de moda el bigote y concientizarlos para que acudan periódicamente a revisiones médicas con un urólogo.
A las mujeres también se las invita a crear conciencia colocando una fotografía con un bigote elaborado de cartón u otro material, y así hacerles saber a ellos que no están solos en la lucha contra estas enfermedades.
«El chiste es no olvidar la concientización de todos los problemas en el hombre. La Sociedad de Urología está muy presente en eso [en el movimiento], comenzando desde los urólogos mayores hasta los actuales», explica el cirujano urólogo Carlos Rebollo, médico con más de seis años de experiencia en la rama.
El Movember alerta sobre el cáncer de próstata debido a que es el segundo tipo de cáncer más común en hombres en todo el mundo.
«Si este cáncer es detectado a tiempo, tiene una curación del 90 o más por ciento. Se debe quitar el miedo del tacto rectal. Es mejor hacérselo que estar muriendo en una cama», manifiesta el cirujano.
Este tipo de examen se debe llevar a cabo a partir de los 40 años. «Es necesario hacérselo entre uno y dos años. Si hay un factor de riesgo porque su padre o abuelo tuvo o murió de un cáncer de próstata, o madre o abuela tuvieron cáncer ginecológico o de mama, recomiendo que el chequeo sea una vez al año, que incluye una evaluación integral más un examen de sangre. Otro factor de riesgo es ser afrodescendiente», agrega.
En cuanto al cáncer de testículos, según el médico, una de las principales maneras de prevenirlo es con el autochequeo, que debe iniciar desde adolescente y con orientación de sus padres.
«Es un cáncer muy agresivo, el cual depende de la estirpe. No quiere decir que solo a los jóvenes nos da. También les da a los adultos, pero regularmente esa es como la edad más frecuente en la que nosotros la podemos ver, entre los 20 y 30 años. Es allí donde se debe dar más énfasis al autoexamen. Nosotros sabemos qué tenemos en las bolsas escrotales. Si encontramos una masa o una pelotita aparece de forma repentina, consulte inmediatamente a su médico».
La salud mental del hombre es otro factor importante que se debe tratar, indica el urólogo, ya que, según la Organización Mundial para la Salud (OMS), cada año mueren 510,000 hombres por suicidio en todo el mundo. Eso equivale a uno por minuto.
«También hay otras patologías que pueden causarlo. Por ejemplo, un trastorno en la eyaculación. Estos trastornos muchas veces llegan a dar disfunción eréctil. Si usted revisa las causas, raramente se deben a enfermedades físicas. Son enfermedades mentales, ansiedad, depresión, estrés. El aporte multidisciplinario en este caso es muy importante», apunta el médico, al tiempo de indicar que se trata de la salud integral del hombre.
«No hay que olvidarnos de que está el aporte del internista, del médico psiquiatra, del psicólogo, del oncólogo, del nutricionista, porque también el factor dietético es importante para prevenir cualquier tipo de cáncer en el hombre. Todo es una cadena», explica Rebollo.
Salud mental y prevención del suicidio
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada año mueren 510,000 hombres por suicidio en todo el mundo. Lo que equivale a uno por minuto.
En casi todos los países, los hombres tienen mayores probabilidades que las mujeres de morir antes de cumplir los 70 años (dos de cuatro), y los datos de la OMS indican que alrededor del 52 % de las muertes por enfermedades no transmisibles en todo el mundo se producen en hombres.
Los hombres, independientemente de su edad, no suelen reconocer que tienen problemas de salud mental y no piden ayuda.
En todo el mundo, los hombres mueren seis años antes que las mujeres Según estudios médicos, las épocas de crisis afectan de manera diferente la salud de hombres y mujeres, pero la prevalencia de los trastornos mentales y la ansiedad generalizada tiene un mayor incremento en hombres.