El Salvador cumplió este miércoles 408 días sin homicidios durante la gestión del presidente Nayib Bukele, lo cual es, a todas luces, un hecho sin precedentes en la historia nacional. Para dimensionar este logro basta recordar que durante toda la gestión del prófugo Salvador Sánchez Cerén, el segundo presidente del FMLN (2014-2019), no hubo un solo día en que los pandilleros no asesinaran a un ciudadano.
En la administración inmediata anterior, la del también prófugo Mauricio Funes, el primer presidente por el FMLN, solo hubo un día sin homicidios. Es decir, en los 10 años en los que el FMLN fue gobierno, solo uno de 3,650 días no reportó muertes violentas.
Cabe decir que estos dos gobiernos, los de Funes y Sánchez Cerén, son los que iniciaron de manera formal y pública la tregua con las maras, una práctica que presentaron como una política de Estado, pero que en realidad era una extorsión a gran escala, mediante la cual los pandilleros aceptaban reducir la cantidad de asesinatos para beneficiar políticamente a los funcionarios efemelenistas a cambio de dinero y privilegios para los criminales en las cárceles.
ARENA no quedó exenta y reprodujo estos acuerdos en las alcaldías que gobernaba, dando incluso proyectos de la cooperación internacional a las pandillas a cambio de sus favores. Su excandidato presidencial Norman Quijano llegó incluso a ofrecer puestos en un eventual gobierno suyo a los pandilleros, además de dinero, a cambio de apoyos electorales.
Las pandillas, por tanto, fueron aliadas del FMLN y de ARENA para sus estrategias políticas y electorales, convirtiéndose, en otros momentos, en su presencia en el territorio. Por eso se entiende que no hayan querido combatirlas y que, por el contrario, intentaron bloquear la implementación del Plan Control Territorial en sus inicios.
Más tarde, ya relegados a la irrelevancia en la nueva Asamblea Legislativa, se opusieron férreamente al régimen de excepción, la herramienta legal que vino a complementar al Plan Control Territorial y que ha sido tan exitosa para sacar de las calles a los criminales.
De los 408 días sin homicidios durante la gestión del presidente Bukele, 300 han sido durante la vigencia del régimen de excepción, lo que demuestra su importancia para combatir a las maras. Y aun así, viendo que es una estrategia efectiva para llevar seguridad y tranquilidad a las familias salvadoreñas, los candidatos presidenciales del FMLN y de Nuestro Tiempo anuncian que en el remoto caso de que ganen las elecciones van a eliminar el régimen de excepción. Eso nos da plena claridad de a quiénes protegen, y no es a los ciudadanos.